Los Besaile y la coalición del mal

Los Besaile y la coalición del mal


Por: Victorino Gasparín

La palabra tragedia proviene de la voz griega tragedia, que significa literalmente “canto del macho cabrío”, canción que se entonaba en Atenas durante las fiestas que rendían honor al dios Dionisos.

Los primeros en representar tragedias para que las presenciaran los ciudadanos de sus ciudades fueron los antiguos griegos, quienes conferían al teatro y a la representación lírica un rol importante en la educación política, moral y ética de su ciudadanía.

Algo tan parecido sucede en Córdoba, aún es increíble que Fabio Amín, David Barguil, Erasmo Zuleta comulguen con el demonio o el dios de la sabana.

Impresentable que sendos senadores y representantes se presten a jugar bolita de uña con Satanás; a dos de estos personajes los lees en columnas de opinión, te los encuentras en programas de debate en radio nacional, pero en el fondo son unos cómplices engendros del mal, auspiciadores de la corrupción, y lo digo con hechos de causa: son los nuevos cabecillas del Clan Besaile.

Buscar adjetivos para esta coalición genera todo tipo de conjeturas, Barguil el acusado asentista, el protegido del partido conservador; aquel que desde Bogotá lo ubican de líder, presidenciable; ese que dice que lucha contra los gigantes de la corrupción.

¿Aliado con los corruptos? Si alguien tiene una respuesta por favor hacérmela saber, porque dentro de la inteligencia humana no encuentro explicaciones, o será que la inteligencia artificial, muy de moda en estos tiempos, traduce tremendamente el comportamiento asimétrico de este sujeto.

De Fabio Amín, no se extraña, siempre ha estado al lado de los corruptos, tiene su secta que lo apoya, se acomoda de acuerdo a sus principios particulares y ante tanta hambre claudican sus seguidores. Su cabecilla Orlando Benítez es un comodín que utiliza para jugar dominó, es decir que, dentro de este juego tradicional al final de la partida resulta un “doble seis ahorcado”, su táctica maquiavélica traspasa la verdad e inmola los principios de la verdad.

Erasmo Zuleta, espadachín del Clan Bechara ha mostrado más arresto que su primo, aquella perla pérdida del Sinú. Su alianza familiar con el ‘clan Besaile’, su cuñado condenado e inhabilitado; lo ensucian tanto como sus procesos de violencia intrafamiliar, desmanes golpes y escándalos en sus famosas parrandas; denuncias que nadie se atreve a publicar, vaya a saber que esconde el ‘Transformers’ de los Bechara, de día un excelentísimo Parlamentario de noche un diabólico oscuro lleno de secretos.

Pero lo más inquietante, resulta del comportamiento que avalan estos tres sujetos; lo más absurdo resulta que un confeso delincuente, corrupto ordene, orqueste e imponga condiciones desde la cárcel, y estos 3 engendros con mucho que perder y nada que ganar propongan, auspicien candidaturas a Gobernación: una “liga del mal” conformada por intereses personales, lo más deprimente que la sociedad y el pueblo Cordobés anteponga la sanción social, sus principios morales y éticos para alinearse en este juego perverso de la coalición del mal.