El consejero regional indígena del Cauca, Hermes Péte, condenó la nueva masacre de cinco miembros de las comunidades aborígenes en esta región del país y advirtió que los están «exterminando».
Paté señaló que en la zona donde ocurrió la masacre había un puesto de control de guardia indígena, el cual fue atacado «de manera indiscriminada».
«No es justo que nos estén exterminando, que nos estén masacrando», dijo Péte, quien pidió fortalecimiento de la guardia indígena y que les ayuden con instrumentos de comunicación como radios, para su protección.
Péte agregó que «siempre nos han querido estigmatizar y justificar las masacres hacia nuestra población. El gobierno dice que las comunidades indígenas no permiten el ingreso de la fuerza pública; esto parece que es salirle al paso a la masacre contra los pueblos indígenas».
Péte aseguró que la desconfianza hacia la Fuerza pública radica en los negocios ilícitos en los que están involucrados muchos de sus miembros.
«En el Cauca se aumentó el pie de fuerza; no hay confianza porque la Fuerza Pública se beneficia del narcotráfico. No todos, pero hay muchos que se lucran de los negocios ilícitos», indicó.
En ese sentido, añadió que «nuestra guardia indígena ha empezado a hacer un ejercicio de control frente al tema del narcotráfico y de las disidencias para ponerle orden a nuestros territorios».
Para el líder indígena, el factor que ha incidido en el asesinato de comunidades indígenas es el «no cumplimiento de los acuerdos de paz y la falta de programas para la sustitución de cultivos ilícitos».
Finalmente agregó que la propuesta del sector «es el reconocimiento del Estado a nuestra guardia indígena. Ellos son voluntarios que defienden el territorio y luchan por sus derechos, no hay garantías frente a la Fuerza Pública y el Gobierno ha hecho caso omiso».
«Para la guardia indígena hemos solicitado radios para comunicarnos ante un eventual atentado como el de ayer, armas no pedimos porque en nuestras políticas no están estos usos», puntualizó.