Ser forastero en el Bajo Cauca antioqueño es similar a firmar una sentencia de muerte, debido a la gran injerencia que tienen las bandas criminales en esta región, las cuales se disputan las rutas del narcotráfico dejando cientos de muertos a su paso.
En esta ocasión fue hallado el cadáver de un hombre en el río Tarazá, el cual había sido reportado como desaparecido y respondía al nombre de Jerson Nabath Ramos Peñate, de 23 años, quien tenía problemas mentales.
La comunidad del sector La Lucha, dio aviso a las autoridades sobre el cuerpo sin vida de la víctima que estaba en avanzado estado de descomposición en el afluente y, al parecer, con heridas de arma de fuego.
Trascendió que, el occiso residía en La Apartada, Córdoba, y que salió de su casa con rumbo desconocido el pasado viernes 6 diciembre, posteriormente, llamó a sus familiares el 7 y les dijo que estaba en el corregimiento El Guáimaro, de Tarazá.
Un día después, el 8 de diciembre, un desconocido llamó a los familiares de Jerson Nabath y les manifestó que había sido asesinado y lanzado al río.
Se conoció que, los verdugos de Ramos Peñate que serían miembros de un grupo armado, pensaron que este joven era un infiltrado de la Fuerza Pública o integrante de alguna estructura criminal contraria y por eso decidieron quitarle la vida.