Atemorizados se sienten los habitantes de la ciudad de Montería, en especial los comerciantes, quienes recurrentemente son víctimas de atracos debido a la ola de inseguridad que azota a la capital cordobesa.
En esta oportunidad nuevamente un delincuente intimido con un arma de fuego a una trabajadora de la Papelería Popular en La Granja y se llevó el producido del día, sin embargo, esto es el pan de cada día ya que los monterianos se abstienen de sentarse en las terrazas de sus casas por temor a ser atracados.
A esta terrible situación, hay que sumarle los recientes hurtos en bancos a plena luz del día, a establecimientos de comidas rápidas y peor aún, los vándalos que aprovechan la oscuridad de la noche para entrar a las viviendas, amordazar a los ocupantes y llevarse los objetos de valor.
Ante esta situación, la pregunta es ¿cuántos robos más tienen que pasar y cuantas personas más tienen que morir en estos para que la Administración Municipal en cabeza de Marcos Daniel Pineda y el comandante de la Policía Metropolitana de Montería, Fredy Correa Ahumada, tomen cartas en el asunto?