La captura se realizó en la estación de El Ricaurte, cuando el auxiliar de Policía, Miguel Cuevas, se percató de la actitud sospecha del sujeto que intentaba subirse a un bus articulado de Transmilenio.
De acuerdo con el uniformado, el joven estaba acompañado de otra persona y estaba dispuesto a detonar el explosivo que llevaba “como si nada” en una maleta, donde además guardaba un arma blanca y dos celulares robados.
Ante la situación, el auxiliar bachiller pidió ayuda a los oficiales del cuadrante para que efectuaran la captura y entregaran al individuo a las autoridades correspondientes para su judicialización.
Según la versión del capturado, la granada “se la robó de cuando prestó el servicio en el Ejército”.