Por: Fabio Otero Avilez
Entiendo la política como el arte de servir; así lo aprendí desde pequeño y he vivido con esa consigna desde siempre.
Hoy, después de más de 1.000 días de gobierno, sólo hemos trabajado por hacer realidad muchos de las obras que nuestro Municipio históricamente había necesitado. Con errores y aciertos he liderado un Gobierno y en compañía de un equipo, trabajamos 24 horas y 7 días a la semana para darle ese desarrollo a Tierralta.
Nada absolutamente de lo que ha anunciado en mi Gobierno; ha quedado en palabras; todas las obras que hemos gestionado hoy son una realidad, algunas con contratiempos, otras sin problema. Las obras de este gobierno o gestionadas por mí, no son de Fabio Otero ni de mi familia, son del pueblo, el poder pasa, yo en 1 año estaré por fuera del poder y Tierralta seguirá siendo Tierralta y la gente tendrá sus obras por siempre.
No entiendo como un grupo político liderado por Samit Contreras que comulgó durante 3 años a nuestro lado; hoy esté empecinado y obsesionado en desacreditar una gestión que hemos venido realizando durante tanto tiempo; su afán de poder y ambición de gobernar los ha puesto a combinar toda clase de estrategia maquiavélica para entorpecer el desarrollo y estabilidad política de Tierralta. Para qué tanta maldad, cuando la última decisión la tiene Dios y el pueblo. A Tierralta no la engaña nadie, mi pueblo conoce quienes somos cada uno.
La política en Tierralta ya no puede ser vista con egoísmos. Eso lo demostré desde el primer día de mi gobierno; por eso he trabajado de la mano de todos los sectores políticos; me han acompañado líderes como: Aníbal Ortiz, Franklin de la Vega, Darío Mendoza, un equipo de concejales e incluso amigos como Daniel Montero y su equipo político han transmitido sus buenos deseos para sacar a flote la gestión que hemos venido realizando.
¿Quién pierde si un Alcalde no logra concretar una gestión? El pueblo, mas nadie, yo seguiré siendo Fabio Otero Aviléz, médico y ginecólogo de profesión. Pierden los campesinos que deseamos con estos recursos hacerles sus vías de acceso y mejorar su calidad de vida; pierden los niños y jóvenes a los que deseamos hacerles sus mejores colegios. Sólo por poner un ejemplo. Yo no pierdo nada.
Mi gran obsesión ha sido trabajar por Tierralta; he sacrificado tiempo con mis hijos; ya se me están creciendo y no he podido disfrutarlos como debe ser; tiempo con mi esposa; cada día crece más mi familia y ni cuenta me doy.
Decidí ser Alcalde y dejar huellas y ante los ojos de Dios juro que nunca he actuado con maldad; quiero dejar una huella en el desarrollo de Tierralta y por eso no bajaré la guardia hasta el último día de mi gobierno.
En los próximos días y por todos los medios haré explicación técnica de lo que ha sido la gestión de recursos que tanto ha molestado a un grupo político de mi pueblo.
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
Salmos 27:2-3