Luego de permanecer 32 días hospitalizado en la clínica Antioquia de Medellín, murió monseñor Darío Molina Jaramillo, tras padecer quebrantos de salud. Se conoció que este domingo el obispo sufrió una caída mientras se bañaba y recibió un fuerte golpe en la cabeza, por lo que fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos UCI, de la clínica El Sagrado Corazón, en Medellín donde lamentablemente murió horas más tardes.
Monseñor fue obispo de montería durante más de 17 años, desde 1984 hasta el 2001 periodo en el logró convocar a la comunidad en torno a la fe y a los buenos valores. Fue un siervo de Dios al que no le daba pena hablar de frente y cuestionar el actuar violento de los actores que durante esa época ejercían presión en Córdoba. Su temperamento recio y al mismo tiempo noble y humilde le permitió convertirse en un gran consejero en busca de la paz y la reconciliación. Posteriormente fue trasladado a Neiva y luego en el año 2009 regresó a Montería.
El clérigo nació el 31 de agosto de 1935 en Envigado, Antioquia. Comenzó los estudios eclesiásticos en el Seminario Franciscano de Cali y cursó, luego, los ciclos de filosofía y teología en la Universidad de San Buenaventura en Bogotá. Obtuvo la licenciatura en Teología dogmática en la Universidad Lateranense y en Teología moral en la Academia Alfonsiana de Roma.
Emitió la profesión solemne en la Orden de Frailes Menores el 6 de enero de 1957 y fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1961.
Hoy los monterianos y cordobeses lamentan profundamente el fallecimiento de Monseñor quien marcara un derrotero para la paz y la sana convivencia en la localidad. Paz en su tumba.