Jesús Santrich, aseguró que «es más probable que pueda pasar cocaína por la nariz del fiscal general de la Nación que por mis manos» y dijo que se dejará morir de inanición antes de permitir su extradición.
Santrich habló acerca de su relación con Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez quien también fue capturado porque al parecer hace parte de una red de narcotráfico. Santrich señaló que fue una relación de trabajo pues «él venía presentando unas ideas de proyectos productivos, específicamente sobre granjas econativas en las zonas donde se implementarían los acuerdos de reforma rural. Esto lo venía haciendo con algún funcionario del Ministerio del Posconflicto, incluso con el doctor Pardo».
Aseguró que no conoce a los otros capturados y que por tanto no se ha reunido ni hablado con ellos «los montajes están a la vuelta de la esquina. Yo confiaba en sus proyectos agroproductivos, en sus granjas econativas, no puedo responder por sus actos». Además, aclaró que Iván Márquez no lo recomendó pues «tiene la costumbre de no recomendar a nadie, ni de su familia ni de sus amistades».
El excombatiente de las Farc manifestó que «es muy difícil que yo tenga en mi mente quién puede ser narco o no. A mi casa llegó mucha gente con la idea de contribuir a impulsar el proceso de paz y toda la gente que llegó fue registrada por la Policía Nacional y la UNP. Mi casa siempre estuvo con las puertas abiertas para todo el que quisiera entrar a hablar del proceso, entonces no tengo un registro detallado de quién puede estar o no involucrado, eso le corresponde a las autoridades».
Negó cualquier vínculo con el narcotráfico y dijo que»de mi boca jamás escucharán la palabra cocaína, dinero de pagos, paquetes de 5 kilos o que yo haya escuchado eso en una conversación. Si eso está ahí que lo publiquen, aunque lo esencial es que eso se hiciera en un Estado donde se pudieran rebatir cosas porque los montajes tienen esa particularidad, es como una película de Indiana Jones y cada quien le va poniendo sus efectos especiales».
Por otra parte también criticó que no se tenga en cuenta su presunción de inocencia y reiteró que el caso se trata de un montaje en su contra orquestado por Estados Unidos.
«Estados Unidos tiene interés sobre nuestros recursos, sigue viéndonos como enemigos, no nos ha sacado de sus listas espurias. Estados Unidos no tiene dignidad ni moral para acusar a nadie. Esto debió llegar primero a Presidencia y después a la JEP», explicó.
Añadió que desde hace un año había advertido que habría una persecución en su contra y contra los dirigentes del partido. «Aquí hay gente involucrada en la masacre del Aro, en Odebrecht, que ahora aparecen como los prohombres de la ética. Nosotros nos hemos sometido a la JEP, pero esos otros personajes no. Por eso estaba absolutamente preparado, por eso digo que yo no voy a rebatir patrañas judiciales, eso que lo hagan los abogados. Yo estoy en una acción política y con absoluta certeza no voy a dejarme extraditar, yo voy a dar mi última batalla aquí, en mi país».
Por último se dirigió a sus compañeros y les dejó claro que ira “seguir hasta el final en la lucha por su liberación”.