El excongresista cordobés Martín Morales Díaz, fue condenado a 25 años y 15 días de prisión por los delitos de concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes, tentativa de homicidio. Lo absolvieron del delito de homicidio agravado.
Como se recordara el exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, lo vinculó al denominado cartel de la toga.
Moreno, confesó que le había solicitado la suma de mil millones de pesos para poder ayudarlo con los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que lo investigaban por supuestos nexos con paramilitares, tráfico de estupefacientes y el homicidio del exalcalde de San Antero Wílmer Pérez Padilla, el 30 de junio de 2009.
Confesó que de la plata que Morales Diaz le entregó, se quedó con 250 millones de pesos y que el resto se la habría quedado el exmagistrado Francisco Ricaurte Gómez.
Dijo además que no lo había ayudado finalmente porque su caso era muy complicado porque varios paramilitares desmovilizados habían entregado testimonios en su contra, en los cuales aseguraban que el exalcalde de San Antero había sido aliado del grupo al margen de la ley.
En este sentido dirigente político de la zona costanera de Córdoba fue capturado por solicitud de la Corte Suprema de Justicia, para adelantar una investigación en su contra por concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes y homicidio.