Tal y como hacen los ‘ladrones de patio’, un camión entró a la media noche a la sede de la Caja de Compensación Familiar de Córdoba, Comfacor, y se llevó 60 bultos que contenían facturas en las que pagaban tratamientos por concepto de atención a los pacientes con Sida.
La revelación la hizo el director de Comfacor, Nestor Murcia Bello, a propósito de la denuncia hecha por el procurador general de la nación, Fernando Carrillo, en el sentido que en Córdoba estaría operando el cartel del Sida, a través del cual estarían cobrando recursos por 800 pacientes falsos.
El interventor, quien también ha sido cuestionado porque habría contratado a una empresa de garaje para atender a los pacientes de Sida, dijo que el ‘robo’ de las facturas se habría dado con complicidad de los funcionarios de confianza del exdirector Luis Hoyos Cartagena.
Dijo que eso había ocurrido justamente cuando se empezaron a dar cuenta sobre las irregularidades en los cobros por los pacientes de esa enfermedad de alto costo.
Insistió en que hay irregularidades en el manejo del tema y que por ello objetaron el cien por ciento de las cuentas de las IPS desde octubre del año pasado, toda vez que la interventoría detectó que no hay coincidencias en las historias clínicas y que algunos pacientes han muerto.
Ante los medios de comunicación denunció que la población de pacientes de Sida ha aumentado sorprendentemente en los últimos cuatro años y que durante la administración del saliente director, Luis Hoyos Cartagena, se pagaba tres veces más de lo que se paga hoy por la atención de un paciente de Sida.
Trasladó pacientes
En medio del escándalo de corrupción, varios representantes de IPS denunciaron que el interventor de Comfacor está en una trinca para asaltarse los recursos de la entidad, con la complicidad de la Superintendencia de Subsidios y de Salud.
Denunciaron que había trasladado a 840 pacientes de VIH a una recién creada fundación en Bogotá y que la misma podría ser una recomendada del partido Liberal.
Murcia Bello se defiende diciendo que lo hizo fundamentado en las irregularidades presentadas en la atención y cobros por pacientes de Sida, escándalo que apenas se asoma en Córdoba y que según el veedor Darío Díaz podría significar un desfalco cercano a los 200 mil millones de pesos.
Y hasta hora se dio cuenta el señor si como no, ese cuento le hace falta un pedazo que ojalá lo saquen también.