Los hechos sucedieron en el barrio La Granja de la ciudad de Montería donde una mujer que trabaja en una entidad bancaría denunció que tomó un taxi y horas después apareció en un barrio al norte de la capital de Córdoba con aparentes signos de haber sido escopolaminada.
La mujer se dirigió hasta la sede de Medicina Legal a practicarse los exámenes que determinaran que sustancia le dieron que la dejó deambulando por las calles y con lagunas mentales durante varias horas.
Así las cosas, la víctima le pidió a la Policía revisar las cámaras de seguridad de la calle principal de La Granja debido a que en ese lugar abordo el taxi y no recuerda como era físicamente el conductor y mucho menos el número de las placas del vehículo.
Hasta el momento, no se ha establecido si a la mujer le robaron dinero de sus cuentas bancarias o atentaron contra su dignidad.