Ella es Lucía Fernández, la estudiante de derecho que es actriz porno y que quiere validar los derechos de las prostitutas

Ella es Lucía Fernández, la estudiante de derecho que es actriz porno y que quiere validar los derechos de las prostitutas

Agobiada  por ser víctima de matoneo y diversos señalamientos porque se pagaba su estudios ejerciendo la prostitución , Lucía decidió retirarse de la carrera de  derechos en la universidad de Oviedo, en España, donde ingresó  hace dos años y medio.

La joven de 25 años de edad, cuyo nombre de “guerra” como actriz porno es precisamente Lucía regresó al campus universitario, recargada de  fortaleza y dignidad para afrontar los señalamientos de sus compañeros por ser «trabajadora sexual, actriz porno  y protagonista de webcam erótica», ya que para ellos  su trabajo es sinónimo de perversión y de antivalores.

No obstante regresó a la universidad  para terminar su carrera y para dejar en claro que a partir de la fecha es una defensora de los derechos de las prostitutas, exigir respeto  por las decisiones de los demás e intentar romper con el estigma que se vive en la sociedad con las trabajadoras sexuales.

Para ello desde el Alma Máter pronunció un fuerte discurso en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo.  tan fuerte fue su pronunciamiento que trascendió a los medios españoles y hoy se viraliza en el mundo entero. Lucía no teme reconocer que ejerce la prostitución para pagar su carrera, para poder sobrevivir.

«Solicité una beca de movilidad Séneca en la Universidad hace dos años y medio para estudiar en Barcelona, que es una ciudad cara. Me preocupaba no vivir con comodidad. Siempre había trabajado en Asturias. He sido azafata, niñera, promotora, comercial, camarera… La verdad es que he llevado una vida muy sacrificada«. indicó.

En esa casa de altos estudios, donde Lucía estudia abogacía, fue quien cerró la jornada pedagógica»Prostitución, Derechos y Vulnerabilidad: regular, evitar, prohibir».

«Mi objetivo es que las personas se formen un criterio certero porque a las prostitutas nos molesta que se hable de nosotras sin contar con nosotras«, dijo la mujer.

La mujer cuestionó la doble moral de la sociedad  teniendo en cuenta en cuenta que de alguna forma todos consumen en este mercado, sin embargo todos lo señalan o critican dándose golpes de pecho.  En tal sentido también  criticó la posición de «las feministas radicales y los que abogan por abolir» la actividad.

aduciendo «Yo soy dueña de mi cuerpo».

El público quedó en silencio cuando defendió su profesión y dijo luchar por  hacerla visible, pidiendo que el «Estado ampare a sus compañeras y a ella en un círculo de protección». Ese amparo debería ser un cuadro legal que les permita ejercer libremente y hasta tributar. Como cualquier trabajador.

“Yo soy dueña de mi cuerpo”, dijo Lucía Fernández durante su exposición ante estudiantes de Derecho en la Universidad de Oviedo (Gentileza: Diario El Comercio)
 Sin tapujos le contestó a la periodista  Cecilia Pérez, del diario Hoy, la pregunta si era prostituta.

«–Sí, y más cosas. Soy trabajadora sexual en general, porque no solamente ejerzo la prostitución. También soy actriz porno, hago shows en directo, soy stripper…»

Abiertamente  ante la pregunta ¿Reconocerlo sin tapujos puede ofender a ciertos sectores de la sociedad? Respondió

«El problema lo tienen ellos, no lo tengo yo. Para eso estoy aquí, para educar a la gente»

Según aclaró la estudiante de derecho el estigma «Lo fomenta una sociedad que viene de unos valores arraigados en la teoría judeo cristiana que quiso hacer de las mujeres un objeto de reproducción, de sumisión, de estar en casa y cuidar a los niños. Esto se traduce en la actual brecha salarial y la estigmatización de la mujer. La prostitución es una opción perfectamente válida para mujeres a las que no nos supere un dilema moral. No soy una víctima«.

Sin embargo, aclara: «Hay gente que reacciona bien, otra no tan bien, pierdes amistades o las puedes ganar y te das cuenta de quién te quiere por lo que eres y no por aquello a lo que te dedicas. Porque mi condición de trabajadora sexual no me define, ni me condiciona, ni me supone un perjuicio mayor«.

Lucía Fernández es prostituta y estudia Derecho en la Universidad de Oviedo. Ejerce esa actividad para vivir “cómodamente” (Gentileza: La Nueva España)

Lucía Fernández es prostituta y estudia Derecho en la Universidad de Oviedo. Ejerce esa actividad para vivir “cómodamente” (Gentileza: La Nueva España)

«Conocía alguna chica que lo hacía y otras hablaban bien del trabajo sexual, así que un día pensé que igual no era mala idea. No sabía ni por dónde empezar. No te digo más que busqué en google cómo ser prostituta para publicitarme. Al final entré a trabajar en un piso bastante conocido en Gijón. Entré para tres semanas, que era el tiempo que me faltaba para marcharme a Barcelona, y hoy sigo en la profesión«, narró la joven, cuyo verdadero nombre sólo conocen las autoridades universitarias y la Policía, dice.

Contárselo a su familia fue otro «rollo». «Tardé un mes en contárselo a ellos y a mis amigos. Hubo personas que reaccionaron fatal y no lo aceptaron. Supongo que a consecuencia de las ideas preconcebidas que la sociedad tiene sobre mi trabajo. Otros se lo tomaron bien y me preguntan regularmente cómo estoy para ofrecerme su apoyo. Yo les digo que bien porque es la verdad, aunque a veces tenga días de mierda trabajando como todo el mundo. A mi madre no le queda más remedio que aceptarlo y con mi padre no me hablo», contó.

La anécdota sobre su abuela es la mejor: «Me llamó por teléfono al poco de contarle a mi familia lo que estaba haciendo. ‘Hija, ¿trabajas?’, le dije que sí. ‘¿Eres prostituta?’. Le dije que también. ‘¿Y ganas dinero?’. Le respondí que bastante. ‘Pues me parece muy bien’«, concluyó Lucí

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