Aníbal Antonio Álvarez Lagares, regresó a su casa, bastante triste y con los ojos llorosos, nadie en su casa supo el porqué de su melancolía pues el joven no di tiempo de abordarlo. Llegó y con el pretexto de ir a buscar leña en los alrededores como era su costumbre, tomó un cáñamo con el que amarraría los maderos y nuevamente salió, diciéndole a su padre precisamente que iría por leña. Horas más tarde fue encontrado ahorcado.
Álvarez Lagares tomó el cáñamo lo fijó en un árbol en medio de una paja y de suspendió de ella quitándose la vida, sus familiares al ver que no regresaba emprendieron la búsqueda encontrándose con la fatal escena en el sector del 26 de junio, perteneciente al corregimiento de Corocito, San Pelayo donde vivía.
La trágica noticia irrumpió la tranquilidad de los pobladores quienes lo conocieron como un joven trabajador dedicado al mototaxismo y también como mecánico de motos, que se caracterizaba por ser jovial con sus vecinos.