Testigos descartan participación de Lyons en crimen de director de Oficina de Regalías

Testigos descartan participación de Lyons en crimen de director de Oficina de Regalías

El exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, no habría tenido nada que ver con el crimen del director de la Oficina de Regalías de la administración departamental, Jairo Zapa Pérez, ocurrido en una casa del norte de Montería, el 27 de marzo de 2014 y por el cual están detenidas seis personas: Jesús Henao, Maximiliano García, Joycer Hernández, Zuat Naidú Pérez, Carlos Pérez y Jesús Albeiro Torres.

Por lo menos así lo aseguran cinco testigos claves vinculados al proceso que se inició una vez la enfermera samaria Georgina Valdez, declaró ante las autoridades que el ingeniero civil había sido asesinado.

El primer testimonio que analizan las autoridades es justamente el de Georgina Valdez, testigo de oídas, quien fue la primera en ventilar el caso, tras escuchar la versión de su amigo Jesús Albeiro Torres. Ella reiteró en su versión que el exmandatario no había tenido nada que ver con ese hecho.

Las autoridades también analizan la versión entregada por Zayma Barrera, la dueña de la casa donde se perpetró el crimen de Zapa, quien se desempeñaba como bióloga de una de las empresas de Jesús Henao, investigado como presunto autor intelectual del hecho. Barrera, quien le prestó la casa a su jefe para una supuesta reunión con unas contratistas españolas, dijo a las autoridades que Lyons nunca había estado en su residencia.

El tercer testimonio que está en poder de los investigadores es justamente el del contratista de la Gobernación de Córdoba, Jesús Henao, quien fue señalado por el confeso homicida, Joycer Hernández, de ser el determinador del crimen del funcionario que manejaba millonarios recursos de regalías, especialmente destinados a ciencia y tecnología.

Henao, hace pocos días, ante varios fiscales en el búnker de la Fiscalía, dijo que el exgobernador no tuvo ninguna participación en el crimen de Jairo Zapa.

Analizan además el testimonio de Maximiliano García Bazanta, quien se desempeñaba como segundo al mando de la Oficina de Regalías de Córdoba. Él también sostuvo que Lyons no tuvo nada que ver en el hecho.

En ese mismo sentido se pronunció el autor material del homicidio, Joycer Hernández, desmovilizado de las autodefensas, quien puntualizó que Lyons no solo no tuvo nada que ver en los hechos, sino que enterrar el cadáver cerca de una de sus fincas fue una estrategia para luego extorsionarlo.

A los relatos anteriores se suman las pruebas documentales que demuestran que para la época de la desaparición y muerte de Zapa Pérez, el exmandatario se encontraba en la ciudad de Bogotá.

La última vez que se le vio al mandatario fue en un restaurante en Miami donde se encontraba en compañía de su amiga Marcela Rendón Cabrales, con quien fue fotografiado y publicado en distintos medios nacionales e internacionales.

 

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