Cuando un médico ordena un determinado número de insumos y medicinas para un paciente que está enfermo, y este requiere de dichos elementos curativos porque acaba de salir de una cirugía vital, se supone que la entidad prestadora de salud a la que se encuentra afiliado debería asumir esa responsabilidad y suministrarle lo que ordena el galeno a través de la fórmula, más aún si es medicina prepagada, sin embargo, ese no sería el caso con la paciente Mañola Lacharme Peniche, ya que sus familiares al perecer debieron prácticamente discutir y elevar su voz de protesta para que les entregaran lo que la paciente requería.
Xenia Teresa Arellano Lacharme, hija de doña Mañola, explicó que hace poco su mamá tuvo complicaciones de salud debido a una obstrucción intestinal por lo que le realizaron una Colostomía; después de la cirugía, el médico le ordenó 20 bolsas y 20 protectores de Colostomía que al principio presuntamente fueron negadas por la entidad.
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“Yo llegué a Colsanitas a buscar los medicamentos de mi mamá con la orden del médico donde dice aquí claramente que son 20 bolsas y 20 protectores, sin embargo, la señora que me atiende me entrega un documento donde especifica que solo me suministrarán nueve bolsas y seis protectores. Anonadada, luego de leer cada uno de los soportes que me dio le pregunté ¿por qué? ¿Bajo qué criterio usted disminuye lo que ordenó el médico? Y ella me respondió, sin responder, un porque sí, esa es la instrucción», dijo Arellano.
Y luego agregó, “No obstante, al preguntar por el auditor médico, la asesora me dijo que es el señor Walter Gómez Reyes, persona que ordena que se entregue esa cantidad, frente a esa situación, encaro a la trabajadora, (que no tiene responsabilidad alguna, porque solo acata órdenes) y luego de amenazar con difundir el caso en los medios, elevar mi voz de protesta para recordarles lo que dice la ley, proceden a cambiar la fórmula y darme lo inicialmente solicitado”.
Posteriormente, la familiar manifestó, que mientras esperaba que le solucionaran el problema, a otra persona le sucedió lo mismo, pero como esos pacientes no exigieron con vehemencia a la entidad, se conformaron con lo que le entregaron e insertó los interrogantes, “¿qué hacen con el resto de medicamentos que no entregan?, ¿por qué juegan a ser Dios? Si así proceden con quien tiene medicina prepagada cómo será con los de la EPS?”.
Por su parte, la entidad manifestó que cuando los médicos dan una orden escrita, también realizan un digital en una plataforma llamada Mipres, para constatar que estas coincidan, pero en la plataforma aparecían nueve bolsas y seis protectores, indicando que todo se tradujo en un error del doctor al momento de ingresarlas y que finalmente fueron entregadas las que aparecían en la expresa física.