Un menor de 14 años sería la primera victima que deja la grave situación de orden público que viven los municipios de Remedios y Segovia, Antioquia por la jornada de protestas que cumplen 13 días, por parte de los mineros que han provocado enfrentamientos con el Esmad.
Las protestas que iniciaron de forma pacifica el pasado 20 de julio, hasta el momento han dejado un saldo de 20 heridos, ocho de ellos de gravedad que fueron remitidos a Medellín. También hay heridos en la fuerza pública. El origen de las quejas se debe a la lucha que tienen los mineros tradicionales de dichos municipios contra los abusos de la multinacional Gran Colombia Gold.
El protestante, Elióber Castañeda, denunció que un menor de 14 años habría muerto en medio de los fuertes disturbios ocurridos entre los promotores del paro minero y el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, dijo que, al parecer, grupos ilegales habrían infiltrado las manifestaciones para generar actos de violencia. Asimismo, dijo que ordenó decretar un toque de queda en esa región del nordeste antioqueño para tratar de controlar la situación.
También, la Policía de Antioquia informó que en los disturbios las personas están utilizando «artefactos explosivos improvisados y armas de fuego», además señaló que «están incinerando llantas, generando bloqueo de vías con el volcamiento de vehículos, y provocando daños materiales a instalaciones privadas como las instalaciones de la multinacional».
La situación tiende a agudizarse con el pasar de los días. Una bebé de 15 meses resultó afectada por exhalar los gases lacrimógenos que el ESMAD arrojó contra la población.
Según explica Las2Orillas, la historia de los choques entre los mineros y la multinacional se remontarían desde el año 2010, cuando el gobierno de Álvaro Uribe Vélez cerró la empresa Frontino Gold Mines, al declararla, según el propio exmandatario, no rentable, entregando los terrenos y las licencias de explotación a la Gran Colombia Gold, la cual nació de la fusión de las firmas Zandor Capital y Medoro Resources; de inmediato la nueva junta ordenó el despido de 1400 mineros generando el primer paro durante la administración de la multinacional.