Trascendió en las últimas horas que Roberto Vargas Gutiérrez, más conocido en el mundo criminal como alias “Gavilán”, fue abatido por la fuerza pública en el Urabá antioqueño, así lo dio a conocer el presidente de la República, Juan Manuel Santos a través de su cuenta de Twitter.
“Abatido por la Fuerza Pública alias Gavilán, segundo del Clan del Golfo. Daremos detalles mañana”, así; sin más detalles, el presidente anunció que fue abatido uno de los más buscados por la Policía y el Ejército Nacional.
Abatido por la Fuerza Pública alias Gavilán, segundo del Clan del Golfo. Daremos detalles mañana.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 1 de septiembre de 2017
Como se recordará, “Gavilán” salió por primera vez a la luz pública en enero de 2011, cuando ordenó asesinar a dos estudiantes de la Universidad de los Andes cerca de San Bernardo del Viento, Córdoba. Lo hizo simplemente porque estaban cerca de un punto donde iba a embarcar droga.
Este hombre, llevaba más de 20 años en el mundo del hampa en donde poco a poco fue escalando a sangre y fuego.
Roberto Vargas cuando tenía 16 años de edad hizo parte de las filas del EPL en su natal Urabá. Al desmovilizarse, esa guerrilla entró en 1995 a formar parte de las nacientes AUC de Carlos Castaño. Gracias a su perfil sanguinario y extremadamente violento, militó en varios bloques paramilitares en donde se encargó de perpetrar atroces crímenes que generaron desplazamientos masivos.
Posterior a ello, en el 2005 se desmovilizó como parte del bloque Sinú. Un año más tarde de la mano de Daniel Rendón, alias “Don Mario”, entró a formar parte de la naciente banda criminal de los Urabeños. En 2012, tras la muerte de alias “Giovanny”, hermano de Otoniel y segundo al mando de la organización criminal, fue nombrado jefe militar del grupo.
Se conoció también que en enero del año pasado, Gavilán ordenó un paro armado que paralizó tres departamentos en la costa Atlántica. Después repitió esa misma estrategia cuando sus sicarios impidieron abrir el comercio o los colegios en cerca de 20 municipios de Córdoba y Sucre.
Alias “Gavilán” tenía 22 órdenes de captura en su contra, y era conocido por su facilidad para apretar el gatillo y por sus aberraciones sexuales. En una amplia zona de Urabá obliga a niñas menores de edad, entre 12 y 15 años, a sostener relaciones con él. Si ellas o sus familias se oponían, las asesinaba.
Lo describían como un monstruo porque infundía inmenso temor en las poblaciones civiles que pisaba, también se supo que tenía una gran capacidad para corromper autoridades locales, incluidos policías, militares, fiscales y jueces, quienes le habían permitido escapar varias veces de las operaciones en su contra, sin embargo, esta vez no logró escabullirse.
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