Verdaderos momentos de pánico vivieron los habitantes del conjunto residencial Castilla Campestre, ubicado en el barrio La Castellana de Montería, cuando se desató una balacera en el lugar, en horas de la tarde del domingo, cuando tres atracadores fueron descubierto tratando de ingresar a una de las residencias que había estado sola.
De acuerdo con las versiones entregadas por habitantes del lugar, un grupo de jóvenes que se encontraba a esa hora en la piscina, se dio cuenta que habían tres hombres armados, tratando de ingresar a la casa identificada con el número 41 en el mencionado conjunto, la cual estaba sola porque sus propietarios se habían ido de paseo.
En ese mismo momento dieron aviso al jardinero y rondero interno del lugar, quien sin temor alguno llegó hasta donde ellos y les preguntó qué hacían allí. Cuando los ladrones se sintieron descubiertos, tomaron a ‘Julito’, como todos lo conocen, como rehén, pero este es una rápida maniobra logró zafarse y correr hacia la portería donde estaba el vigilante para que le ayudara, pues él no estaba armado.
Los ladrones empezaron a dispararle, pero por fortuna ninguna logró impactarlo. Sin embargo, esa situación alertó a todos los residentes del lugar que empezaron a llamar a las autoridades, y al vigilante que también reaccionó.
Cuando los ladrones vieron que los residentes estaban alertados y que los iban a retener, se subieron en un carro identificado con las placas MGY 647 y huyeron, luego de partir la puerta del conjunto, pues ellos estaban prácticamente acorralados.
Quedaron grabados
La Policía llegó al lugar con el fin de analizar lo sucedido y tras escuchar los testimonios de la comunidad, revisó las cámaras de seguridad del lugar en la cual quedaron grabados dos de los tres delincuentes.
Con esas imágenes, las autoridades están tratando de establecer la identidad de las personas que pretendían ingresar a la residencia.
Insistieron en que es necesario extremar las medidas de seguridad a la hora de permitir el ingreso de personas desconocidas a los conjuntos residenciales, pues se supone que deben identificarse y recibir el aval del propietario para que puedan entrar a los mismos.