Shirley Carolina Muslago Martínez, la madre de 22 años de edad que amarró a su hijo de tres años en un palo, a pleno sol, dijo estar arrepentida por lo que había hecho.
«Yo lo único que quería era evitar que le pasara algo. Ese mismo día había estado en peligro tres veces porque se salía y estuvo a punto de ser atropellado por una moto», indicó la humilde mujer que reside en el barrio 9 de agosto de Tierralta y que fue dejada en libertad, luego de ser detenida por la Policía por maltrato a su propio hijo.
Dice que no pensó que eso fuera un delito porque cuando estaba pequeña, su padre hacía lo mismo con ella, la amarraba a un palo hasta que aprendiera a obedecer. «Yo tengo varias cicatrices en la cara por los golpes que mi padre me daba y esa era la forma en que nos corregían a nosotros», dijo la madre del menor, quien advierte que ella tiene tres hijos y que siempre ha luchado sola por sus hijos.
«A mi nadie me ayuda. Yo tengo que hacer de todo para poder conseguir la comida para mis hijos porque el padre me dice que me da plata si me acuesto con él y yo no quiero nada con ese hombre», reitera asegurando que su vida no ha sido nada fácil.
En hogar sustituto
El menor que fue encontrado por la Policía amarrado a un palo, bajo el inclemente sol sinuano, fue entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y se encuentra en un hogar sustituto.
Su madre, quien advierte estar arrepentida de haber utilizado ese tipo de castigos, dijo que no hay un solo segundo en el que no piense en su hijo menor.
«Yo no quería hacerle daño. Yo creí que esa era la mejor forma de darle una lección porque ese día, además de salirse a la calle, también me botó la comida al piso en un acto de rabia», dijo aduciendo que el menor pese a su corta edad es muy rebelde.
Reiteró que está dispuesta a cambiar, pero que pide al Icbf que le devuelva a su hijo porque ella considera que en ningún lugar estaría mejor que con ella.