Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, habría sido capturado en medio de un intenso operativo conjunto de las fuerzas militares y de Policía en medio la selva chocona.
El fuerte rumor que ya comienza a rodar en las redes sociales aún no h sido confirmado por las autoridades.
Alías Gavilán pasó de ser guerrillero del EPL, cuando se desmovilizó en 1991, a paramilitar, cabecilla de la estructura criminal Los Urabeños.
En Córdoba y Urabá guarda estrecha relación teniendo en cuenta que en el año 1995 en Antioquia se mostró ante las autoridades como líder de 100 combatientes, pertenecientes al ejército de Salvatore Mancuso, en San Pedro de Urabá.
Posteriormente, se unió al Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una fuerza que comprendía unos 2.800 combatientes liderados por Ramiro “Cuco” Vanoy. Este grupo operaba principalmente en el Bajo Cauca, también en el departamento de Antioquia, en los límites con el departamento de Córdoba.
En el año 2005, se desmovilizó del paramilitarismo durante las negociaciones de Santa Fe de Ralito en Córdoba. Sin embargo, seis meses después, los hermanos Úsuga –Juan de Dios, alias “Giovanni”, y Darío, alias “Otoniel”– antiguos compañeros de Gavilán, tanto en el EPL como en las AUC, lo invitaron a unirse a Los Urabeños.
En la actualidad ejerce el más alto cargo en la jerarquía del grupo criminal dirigiendo las operaciones en el departamento de Córdoba.
Alias Gavilán hace parte de la lista de narcotraficantes del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos desde hace 7 años. En Colombia se ofrece una recompensa de US$500.000 a cambio de información que lleve a su captura.
Prontuario Criminal
Gavilán es responsable de manejar las operaciones de narcotráfico de Los Urabeños en el departamento de Córdoba. También es conocido por pagar hasta US$385 por servicios sexuales de adolescentes entre 12 y 17 años. Es el jefe de operaciones de Los Urabeños en el departamento de Córdoba.
Luego de la muerte de dos de sus socios en 2011, Gavilán se internó en la selva de Urabá.
La orden de asesinar a los estudiantes universitarios Mateo Matamala y Margarita Gómez en el año 2011, quienes hacían turismo y estudios de tesis de grado en San Bernardo del Viento, habría venido de él y de alias Giovanni quienes presumieron que los jóvenes universitarios estaban investigando la estructura criminal, según datan los informes policiales.