La Fiscalía General de la Nación ordenó la exhumación del cadáver de la ingeniera de sistemas Erika Laza Bula, cuyo cuerpo fue encontrado, el 24 de febrero de 2014 con un impacto en la cabeza, en un apartamento del norte de Montería, donde presuntamente se habría suicidado. Sin embargo, el ente investigador considera que podría tratarse de un homicidio.
La profesional de 36 años había trabajado en la Oficina de Regalías de Córdoba entre los años 2007 y 2009 y en el momento de su muerte, lo hacía para una empresa denominada Hepic, la cual tendría relación con los proyectos de regalías que manejaba Jesús Henao Sarmiento, hoy detenido en el marco de la investigación por el crimen del ingeniero Jairo Zapa Pérez.
Para sus familiares la versión del suicidio nunca fue creíble. Advierten que hay cosas muy extrañas en el hecho y citan por ejemplo un mensaje que había escrito el domingo en la noche, un día antes de encontrar su cuerpo, en el cual decía: Tarde o temprano todo se sabe.
También se les hizo muy extraño que no hubieran encontrado su teléfono celular en la escena del crimen. «Es claro que alguien lo desapareció», señalaron los familiares, quienes residen en el municipio de Planeta Rica.
La Fiscalía, luego de varios años, hizo la reconstrucción de la escena del crimen y para ello utilizaron todos los elementos que ellos guardaban celosamente como la cama, el televisor y las sábanas que estaban puestas sobre la cama el día de su muerte.
Como se recordará la ingeniera vivía con el abogado Gustavo de la Espriella en el apartamento 404 de un edificio del barrio La Castellana, el cual aún permanece desocupado. Fue él quien la encontró muerta en la mañana del lunes 24 de febrero de 2014, luego de regresar de una visita a sus familiares en el municipio de Sahagún.
