La muerte de Fáber Calderín Serrano, el joven de 25 años, asesinado en el polideportivo del barrio El Progreso de Lorica, podría desencadenar una racha de nuevos crímenes.
Esa es una de las preocupaciones señaladas por el comandante de la Policía en Córdoba, coronel Engelbert Grijalba, quien indicó que sicarios dispararon contra Calderín por un ajuste de cuentas y que previo a ese hecho, hubo un atentado a otra persona.
El oficial se mostró preocupado porque ha tenido conocimiento sobre una posible venganza, de tal forma que no pararía la racha de muertes, razón por la cual están fortaleciendo la investigación y haciéndole inteligencia al caso.
Por su parte, Fernando Calderín Correa, padre de Fáber, desmintió que su crimen obedeciera a problemas pasionales.
«Mi hijo no estaba peleando ninguna mujer. Es falso que haya herido a otro peleando a una novia porque Fáber no tenía armas», indicó el padre de la víctima.
Sostuvo que sí tenía diferencias con otro muchacho porque desde que ellos habían regresado de Cartagena, ciudad en la que vivieron 10 años, se la ‘tenía montada’. «En varias oportunidades mi hijo tuvo que pedirle que se calmara y en esta última pelea el menor le sacó un machete y él se defendió», reiteró.