Los familiares de Harold Suárez y Camilo Rodríguez, los dos jóvenes asesinados por el fiscal Mario Lora, al salir de una discoteca en la calle 41 de Montería, insistieron en que la justicia se sigue burlando de ellos.
Pese a que había una audiencia programada, ayer martes, para realizar la acusación formal en contra del funcionario judicial, el juez se declaró impedido.
De acuerdo con lo señalado por Diego Patiño, familiar de una de las víctimas, esa decisión es considerada por ellos como una burla de la justicia.
Como se recordará, el pasado 23 de enero también el juez se abstuvo de dictar medida de aseguramiento, aduciendo que no se había definido el recurso de apelación sobre la tentativa de homicidio.
Pidieron que el proceso se traslade a Bogotá con el fin de tener las garantías necesarias, resaltando que el juez implicado en el crimen es amigo de todos los funcionarios judiciales porque trabajan en el mismo sector.
Como se recordará el hecho ocurrió hace ocho meses y aún no se ha logrado definir la situación judicial de Lora, quien sigue laborando como fiscal antibacrim.