Los candidatos en las elecciones atípicas de Cereté, Camilo Mejía y Elber Chagui, están en la recta final para quedarse con el ‘preciado trofeo’ de la Alcaldía el próximo 5 de febrero.
En medio de una aguerrida campaña, ambos contendores miden fuerzas en los sectores populares para lograr los votos necesarios.
No han faltado los ataques personales, los daños en las vallas y la guerra sucia, propias en toda campaña, pero es apenas lógico que esto ocurra si se tiene en cuenta que es una Alcaldía en la que se disputan los egos de dos casas políticas: por una parte está la familia Chagui, molesta porque ‘tumbaron’ a Salim Chagui, sobrino del actual candidato, luego de haberse ganado la contienda, y por la otra el exalcalde de Cereté, Francisco Padilla Petro, quien denunció a Salim y por segunda vez lanza el nombre de su sobrino Camilo Mejía.
Controlarán suplantación
La tensión que se ha generado con miras a los comicios del próximo 5 de febrero obligó a la Registraduría Nacional del Estado Civil a tomar medidas que garanticen la transparencia del proceso.
La primera de ellas fue la implementación de estaciones biométricas, las cuales evitarán la suplantación del votante y por ende un posible fraude electoral.
También ubicarán equipos para la identificación, a través de la huella, del elector en todos los puestos de votación de la zona urbana.
Se hizo además el cambio de Registrador en aras de garantizar la tranquilidad de ambos contendores y fue designado en calidad de encargado, mientras se adelanta el proceso de elecciones, el registrador Mauricio Jaramillo Guarín, quien fue trasladado desde la Registraduría de Chinchiná, Caldas, sitio al cual fue enviado, en calidad de comisionado, el registrador de Cereté, Oscar Hernández Caballero.