Por Samir Ortiz Altamiranda
La contaminación por desechos sólidos, aguas negras, desechos biológicos de riesgo y el crecimiento demográfico sin conciencia ambiental son algunas de las causas que tienen en evidente peligro al caño Chimalito en el municipio de Lorica.
A lo anterior se suma la pasividad de tres administraciones que le han dado paulatinamente la espalda al caño dejándolo en un estado crítico de contaminación y casi que inhabitable para las especies animales.
Eduardo Espitia. profesional universitario del área de Medio Ambiente de la administración actual de Lorica, indicó que el municipio no tiene recursos suficientes para invertir en el caño. «Por ahora estamos tratando de hacer un convenio de recursos con la Corporación Autónoma Regional de Los Valles del Sinú y del San Jorge, pero por el momento solo estamos a la espera de esta financiación, ya que si nosotros lo hacemos, estos recursos no se verían reflejados en nada”, puntualizó.
Por su parte, Mario Luis Ortiz, piscicultor de la Universidad de Córdoba, manifestó que este caño es uno de los más importantes, ya que es un bio-regulador directo del complejo cenagoso del bajo Sinú. “El crecimiento antrópico ha reducido su cauce y hay que tener en cuenta que Lorica se desarrolló bajo ese entorno anfibio y si no se le diera la espalda serviría como espacio turístico y de transporte fluvial”, sostuvo.
Hacen advertencia
Según los planes de desarrollo de cada administración, a este recurso hídrico se le tiene en cuenta dentro del presupuesto, como una inversión en gestión ambiental previsto por el artículo 106 de la Ley 1151 de 2007.
En 2013 se invirtieron más de 113 mil millones de pesos en la adquisición y conservación de áreas de recursos hídricos y conservación de microcuencas que abastecen acueductos. Sin embargo, habitantes en la periferia de todo el caño manifestaron que estos recursos no se vieron en la medida necesaria y preguntan ¿qué está pasando con estos dineros?
Actualmente la Red Pedagógica Ambiental Regional y Local (Red PALYR) ha visibilizado todos los puntos críticos de contaminación presentes en el caño de Chimalito y los riesgos que esa situación implica para Lorica a futuro, entre ellas la masificación de enfermedades, la mortandad de especies de fauna y flora, la desaparición de tales espacios naturales por completo y finalmente la pérdida del centro histórico en 80 años aproximadamente.
Todos estos daños irreversibles, por la alta contaminación con aguas negras, derrame de aceites, llantas, desechos sólidos, materiales biológicos de riesgo y la colonización de toda su ribera, reducida a una mínima expresión.
Opinan vecinos
Los habitantes de esa zona de Lorica son conscientes de la situación. “Nosotros mismos la comunidad somos los que lo ensuciamos. Yo tengo cuarenta y cinco años de estar viviendo aquí y en estos últimos años es que esto ha estado más apestoso, ¡sucio! Ya ni los pescadores de Gayta vienen a pescar acá”, indicó Ana Pérez Barrios, adulta mayor y ama de casa.
Algunos habitantes consideran que la avenida Jesús María Lugo también ha afectado el flujo del agua del caño, porque ha colmatado un espacio de humedal en Lorica conocido como La Paja, que era una zona de descanso de las aguas en época de lluvias y que hoy se encuentra sedimentada, repleta de basuras y amenazada por la colonización extensiva.
Jairo García, morador del barrio Alto Prado, manifestó que hay un aumento de mosquitos y que ha habido oleadas de enfermedades, como fuertes gripas y rasquiñas en la piel. También indicó lo triste que se ve el caño repleto de aguas negras.
Antes era fácil observar nutrias, chigüiros, iguanas, micos y peces que servían para alimentar a muchas familias pescadoras, pero hoy hay una evidente desolación y contaminación.