“Desde muy joven me llamó la atención hacer parte de este grupo, principalmente por ayudar a los niños que padecen de cáncer, pero con el tiempo me di cuenta que no era capaz de ayudar a esos pequeños inocentes, que no entienden el por qué aun siendo tan jóvenes, son afectados por esta enfermedad”, así relata Lilian Uribe Gracia, una de las damas de corazón rosado que hace 19 años pertenece al grupo de mujeres voluntarias de la Liga Cordobesa Contra el Cáncer.
Su gran amor por el prójimo y principalmente por los más necesitados, la impulsa a seguir ayudando a mujeres que padecen de cáncer, sin recibir nada a cambio. “Cuando me di cuenta que trabajar con niños me resultaba difícil, decidí ayudar a personas más adultas, donde ahora les brindo todo el apoyo emocional que necesitan en los momentos más duros de su enfermedad. Y hoy en día puedo decir que con un examen a tiempo se puede prevenir el cáncer y ser un testimonio de vida”. expresó la dama quien actualmente se dedica a dictar charlas sobre los diversos tipos de cáncer y apoyar a mujeres sobrevivientes de esta enfermedad.
La Liga Cordobesa Contra el Cáncer es una IPS sin ánimo de lucro, que nace el 29 de noviembre de 1979, por la iniciativa de un gran grupo de mujeres de la ciudad de Montería, lideradas por la presidenta Susana Burgos de García. Estas fueron respaldadas por la Liga Colombiana Contra el Cáncer y apoyadas por el Ministerio de Salud.
Esta institución nace con el propósito de realizar una labor voluntaria de carácter humanitario a través de acciones de promoción, prevención y diagnóstico precoz de la morbilidad por cáncer.
La gran mayoría de las acciones y servicios que presta la Liga Cordobesa Contra el Cáncer se debe principalmente a la contribución de un valioso grupo humano integrado por 36 heroínas voluntarias, comandadas actualmente por su presidenta Ena Báez de Zapata, ellas son líderes en el servicio desinteresado y su entrega a la comunidad.
Asimismo, Xenia teresa Arellano Lacharme, una mujer sensible, servicial y católica de corazón rosa, hace tres años dona gran parte de su tiempo a ayudar o brindar su apoyo a aquellas mujeres que no tienen recursos y viven el viacrucis de lidiar con un cáncer.
“Antes que mi padre falleciera, habíamos hablado que debía dedicar parte de mi tiempo libre a algo, a donar mi tiempo a una empresa en la cual yo pudiera servir y fue en ese momento donde entendí que nací para servir. Tenemos que ser agradecidos con Dios y la vida, si nosotros tenemos mucho debemos dar mucho ¿como lo damos? Sirviendo, tenemos que entender que nacimos para servir, porque la mejor paga que podemos tener es un gracias o la sonrisa de un niño, un anciano o una joven”. Expresó Xenia Arellano.
Así como Lilian Uribe y Xenia Arellano hay miles de mujeres que por su carisma, amor y servicio dan parte de sus vidas a estas nobles causas. Todas ellas tienen sembrado en su corazón la semilla de pensar en el los demás antes que en ellas mismas, siendo fieles a su filosofía, «hay más satisfacción en dar, que en recibir».
Las damas azules o de corazón rosado, como algunos las llaman, son la razón de ser de la Liga Contra el Cáncer, este grupo de mujeres están dispuestas a trabajar con amor por una misma causa, brindar cariño a aquellos que padecen o padecieron cáncer, ofrecer apoyo emocional y dar consuelo a las personas que lo necesitan.
