Entre heces fecales y fétidos olores se prepara y se sirve la comida que se distribuye entre los internos de la Cárcel Las Mercedes de Montería. La Lengua Caribe constató la veracidad de las denuncias realizadas por miembros del sindicato del Inpec, respeto a la crítica situación de salubridad en que conviven los más de 2 mil internos de este centro de reclusión.
En el penal el sistema de alcantarillado colapsó hace más de dos meses, desde entonces los reclusos conviven en medio de escombros putrefactos y heces fecales ya que el conducto fue destapado para «solucionar la emergencia».
Estas fotografías corresponden al ala derecha del penal, en donde se encuentra ubicada la cocina. El espacio contiguo (que se ve cercado, enmallado y lleno de ollas), es usado para servir las comidas que son transportadas en «carritos» improvisados (al extremo izquierdo de la foto), sin tapas o protección y pasan por encima de las aguas pútridas, para luego ser entregadas a los internos en cada una de sus celdas.
En temporada de lluvias, el problema sanitario se agudiza aún más, pues los ductos destapados se rebozan y las aguas inundan los patios como se puede observar en la 3ra foto, que fue tomada en el patio N°8, situación que ha provocado la proliferación de enfermedades entre la población carcelaria que supera el 50 por ciento de la capacidad del reclusorio ya que incluso algunas celdas también se inundan.
La Lengua Caribe conoció también en exclusiva, que la situación de salubridad entre los internos es crítica y que se registran brotes de tuberculosis y varicela, al igual que enfermedades cutáneas y de trasmisión sexual, por lo que el colapso del alcantarillo se convierte en un agravante.