Entre notas y acordes vive el autor del himno de Lorica

Entre notas y acordes vive el autor del himno de Lorica

Por María Camilia Chávez

A orillas del río Sinú, bajo los matices del atardecer y el vuelo de las aves, se ve Santa Cruz de Lorica, municipio del departamento de Córdoba. Con sus casas antiguas y calles llenas de historia no solo ha sido cuna de escritores, poetas y escultores, sino también de músicos que han dejado en alto el nombre de la sabana cordobesa.

En la lista de cultores está Antonio María Puche López, quien no solo le ha brindado a este municipio su tocar y su cantar. Él fue el autor de la música del himno y la bandera de este lugar, más conocido como la antigua y señorial.

Las arrugas se le hacen más notables cuando de sus labios brota una sonrisa. Tiene cabello negro, con algunas canas blancas que le llegan debajo de sus orejas. Su camisa a cuadros resalta considerablemente el color trigueño de su piel, mientras sus ojos cafés transmiten paz y serenidad.

El peso de la edad no llega solo. A sus 66 años, lucha contra la diabetes, razón por la cual se encuentra en tratamiento. Sabe que la vida es tan corta como un suspiro y tan bella como una canción.

Sangre de artistas

Por sus venas corre el arte. Su madre era cantante. La escuchaba interpretar las canciones solemnes en cada eucaristía. Su padre tocaba la guitarra y cantaba. Su vida siempre estuvo rodeada por las notas musicales.

La fe en la iglesia católica se hace notar. Al ingresar a su casa, lo primero que se puede observar es una estatua de gran tamaño de la Virgen María, cerca de un atril donde reposa una Biblia.

La música le ha regalado momentos muy felices. Miles de recuerdos se acumulan en su cabeza y rememora, como si fuera ayer, cuando aprendió a tocar su primer instrumento, la lira. Junto a dos compañeros del colegio, quienes se encargaban de hacer sonar la guitara y las maracas, conformaron un grupo con el cual dio sus primeros pasos en este arte.

Posteriormente, aprendió a tocar la flauta, la guitarra, el piano, y el saxofón. Con dos de sus hermanos conformaron la orquesta Galaxia 2000 y luego Dinastía Orquesta, la cual estaba compuesta por sus hijos, tíos, primos y sobrinos.

Tuvo la oportunidad de compartir escenario con otros artistas loriqueros como Toño Mile, Alberto Jattin y César José Julio Guzmán, más conocido como “Cesita o Chechi”. Este era un grupo musical, llamado Trío Lorica, famoso por interpretar boleros.

La educación, su mayor apuesta

La música le ha traído reconocimientos. Los galardones en diferentes colegios de Lorica, la Casa de la Cultura, la Alcaldía, en el Festival Vallenato y en la Secretaria de Educación son solo un motivo para exigirse aún más.

No solo se ha dedicado a la música. Su amor por la enseñanza ha ido más allá. Durante 38 años se desempeñó como docente de Artística y Ciencias Naturales del Instituto Técnico Agrícola (ITA) de Lorica, siendo egresado de la Universidad de La Guajira.

La música le permitió conquistar el corazón de Aida Corrales, su amiga de infancia. Las calles del barrio Remolino de Lorica, por las que salía corriendo para bañarse en el río con sus vecinos y a jugar hasta quedar exhausto del cansancio, fueron testigos de las diferentes ocasiones en las que le llevaba serenata al gran amor de su vida, con quien tuvo tres hijos, Gustavo, Jesús y Mariana.

Su legado no solo pasa de generación en generación, sino que lo transmite a todo aquel que esté interesado por esta vocación. Muchos niños y jóvenes loriqueros han sido sus discípulos aprendiendo de sus conocimientos y de la experiencia adquirida.

Fusiona amor y música

Su esposa cuenta que estar casada con un músico ha sido una experiencia muy bonita, ya que ha podido disfrutar de muchas serenatas puesto que la conquistó a punta de canciones. Recuerda que la primera serenata que le dio fue cuando se le declaró con una canción llamada Dos rosas, de Miriam Cruz.

Sentado en una silla de plástico sonríe al mirarla, la contempla con tal delicadeza y dulzura como si fuera un hermoso tulipán. Ella también lo mira y no deja de sonrojarse al recordar que siempre fue el amor de su vida. Cuando niña buscaba como excusa que la ayudara con las tareas para poder compartir tiempo con él. Así espera que sea el resto de sus vidas y que la música siga fortaleciendo sus corazones y su amor.

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