Por: Héctor A. Enríquez López
Hoy no haré el análisis uno por uno de los nuestros en Argentina ya que me pasaría el caso del “profesor cuchilla” al que no le aprueba ni un solo estudiante, hoy únicamente comentaré los sucesos del juego del martes 15 de noviembre en San Juan.
Para entender mi posición actual sería necesario regresar al comienzo de la Eliminatoria, donde Colombia ganó 2 – 0 a Perú pasando muchas dificultades, incluso hubo un balón en el poste colombiano que pudo cambiar la historia no solamente de ese juego sino de nuestra Eliminatoria.
Hemos jugado a nada, a excepción de dos partidos (contra Chile en Santiago y contra Ecuador en Barranquilla) el equipo tricolor no ha mostrado ni planteamiento, ni orden defensivo, ni poder ofensivo, ni figura táctica y lo más preocupante, ni siquiera una estabilidad en la nómina.
Es evidente que haciendo ensayos en una eliminatoria para lucir jugadores y tratar de obtener jugosas transferencias no se ganan los partidos, ni se empatan, ni se juega en un gramado, únicamente se juega con la ilusión de un país que cuenta con pocas alegrías en su cotidianidad.
Colombia salió a defenderse, con un esquema claro, línea de 4, adelante una línea de recuperación de 3 y 3 hombres para atacar, un típico 4-3-2-1 tirado hacia atrás. De entrada Cuadrado intentó una individual donde lamentablemente apuntó a la luminaria del escenario deportivo, una señal de imposición de condiciones que quedó en eso, en una señal.
En adelante solamente hubo un equipo en el terreno de juego durante todo el primer tiempo, un cobro magistral de Messi puso el primero y los infames errores de siempre hicieron cuenta para el segundo, un cabezazo aislado de Falcao que pasó cerca y nada más, eso fue el primer tiempo, periodo en el que perdimos el partido.
Pékerman planteó muy mal el juego, desde la rueda de prensa donde afirmó “es triste que Argentina no vaya al Mundial”, profe, le recuerdo que usted es el técnico de COLOMBIA, no de su país natal, actualmente usted gana dinero por la Selección COLOMBIA, no por la albiceleste, debería actuar como tal, debería decir que el equipo que usted dirige saldrá a ganarle a quien sea donde sea, pero no, esta selección me recuerda mucho esos momentos donde la “filosofía” era conservar el cero, solo que ahora ni eso se conserva.
Para el segundo tiempo cambiaron las cosas, ubicó un volante de posesión de pelota que intentó sin éxito, no había asociación, no hubo desborde acertado, no hubo un solo remate con riesgo al pórtico del espectador Romero (salvo un tiro libre de James, que por cierto mostró por qué es suplente del suplente del suplente en el Real Madrid), llegó el tercer gol de Argentina y afortunadamente terminó el partido.
Equipo que sale a empatar generalmente pierde y a los nuestros les sucede eso, salimos a defendernos en nuestra propia área y perdemos, ante Brasil sucedió, ante Uruguay como visitantes sucedió, ante Argentina sucedió este martes y la verdad si Colombia no cambia ese mezquino esquema defensivo seguirá pasando.
En medio de todo este conflicto de sentimientos, intereses y juego, la incertidumbre pasa por la cabeza de todos, ¿por qué no son alineados los jugadores que demuestran estar en mejor nivel? Macnelly mostró atravesar por un buen momento en el partido contra Chile en los momentos que estuvo, pienso que debió ser titular.
En la defensa no había mucho que opinar, se la jugó con lo que teníamos disponible, no comprendí la incorporación de Álvarez Balanta por la banda derecha cuando se contaba con Fabra y el mismo Farid Díaz, quienes han venido alternando esa posición (otra improvisación), Dávinson Sánchez lamentablemente aún está biche para este tipo de partidos, es una pena y espero no lo crucifiquemos y lo acabemos como ha pasado con otros jugadores previamente pues este muchacho de 19 años si tiene condiciones.
Ante equipos rápidos con la pelota hay que tener el balón, se sabe que si Messi lo tiene es muy peligroso pues la probabilidad de pararlo es exageradamente baja, Messi mostró esa hambre que lo ha llevado a ser lo que es, el mejor del mundo, nosotros mostramos esa inapetencia que nos ha llevado a ser lo que somos, un equipo del montón con un buen Mundial “reciente”.
Hoy me duele decirlo pero veo el Mundial lejano, con este nivel no llegaremos y si logramos asistir y vamos a Rusia a mostrar este mismo “juego” creo que es mejor que vaya otro equipo, uno que sí intente ganar y no el acostumbrado “levanta muertos” en que nos hemos convertido, especialmente con los equipos del sur del continente.
A los hinchas les envío un mensaje como uno más, como un seguidor que tiene el mismo dolor y amor que todos ustedes por la selección, tenemos que cambiar de mentalidad, tenemos que pensar en grande y en ser ganadores, no podemos vivir de gestas como el empate a cuatro ante la ya extinta Unión Soviética en el mundial de Chile 1962, o el afamado empate a un tanto ante Alemania Federal en Italia 90 (a la postre campeón de dicho torneo), ni mucho menos enorgullecernos de la gesta más reciente, el 0 – 5 ante Argentina en Buenos Aires, hace ya 23 años. ¡23 años!
Hay que exigir, hoy los nuestros ganan grandes salarios, son grandes estrellas pero en el equipo patrio juegan como en el barrio, como en la cancha de la cual se están quejando, como si pisaran un campo con arena, lodo y huecos y no. ¡Jugaban ante la peor versión de la albiceleste y no fuimos capaces de evitar la humillación!
Profe Pékerman, usted una vez lo dijo, “me siento como un colombiano”, pues bien, dentro de nuestro limitado abanico de entrenadores de fútbol ya es uno más, juega a lo mismo, a defender improvisando, a no perder pero tampoco ganar y a vender jugadores, creo profe que usted definitivamente se colombianizó.
PD: Es conformista analizar el resultado de otros para mirar las propias opciones, en esta doble fecha casi todos jugaron para nosotros menos Colombia, un equipo sin alma que juega con un técnico hoy más colombiano que nunca y ya es hora de no vivir de recuerdos, hoy tenemos una selección sin jerarquía y es urgente cambiar eso.