¿Por qué las victimas de Chapecoense son héroes?

¿Por qué las victimas de Chapecoense son héroes?

Hector LópezPor: Héctor A. Enríquez López

Al igual que muchos aficionados al fútbol el día lunes 28 de noviembre del año 2016 me fui a dormir temprano, únicamente leí a través de una red social que el avión que transportaba al equipo brasilero Chapecoense había perdido comunicación con la torre de control. Creí que simplemente era una dificultad en la señal y que al día siguiente todo sería normal.

A las 6:00 am desperté, volví a revisar la misma red social y ya se hablaba de muertos y de un avión estrellado en el “Cerro Gordo”, próximo a la capital antioqueña; me estremecí e indagué bastante respecto a ese suceso.

En ese momento, al ver la magnitud de la tragedia, el dolor en los corazones consternados, las imágenes de los futbolistas fallecidos junto a sus familias, sus grabaciones previas al viaje llenas de color y alegría, de esperanza, al leer noticias verdaderas y falsas, y al ver las manifestaciones de duelo y solidaridad acaecidas, decidí no escribir al respecto, decidí respetar el duelo de sus familias, de sus hinchas, de la comunidad en general… decidí respetar mi propio duelo.

No quise ver el homenaje completo transmitido desde el estadio Atanasio Girardot, así como tampoco quise ver el homenaje a sus “héroes” cuando les rindieron el respectivo tributo en el estadio de Chapeco, no quise leer muchas noticias relacionadas con el trágico desenlace simplemente porque cada texto calaba más hondo en mi ya de por sí debilitado espíritu, quise esperar con paciencia la decisión de la Conmebol donde anhelaba el título para este modesto club (felicito a Atlético Nacional por hacer público el mensaje donde pedían el campeonato para el Chapecoense) y finalmente en silencio celebré la gesta de esta plantilla celestial que nunca podré ver en directo.

Hoy les dicen “héroes”, evento que me ha hecho reflexionar junto con una pregunta que me hizo una persona este lunes 5 de diciembre. “¿Por qué los tratan como héroes si no han hecho nada?”, ese fue el interrogante que recibí, a lo que simplemente respondí, porque lo son, son héroes.

Ahora deseo compartir con ustedes mis razones de pensar así. El fútbol, el deporte que tal vez sea el más bello, el más pasional, el más injusto pero al mismo tiempo el más emotivo, es el deporte que más divide y enfrenta al hincha, es el deporte donde ha habido conflictos pasionales, trifulcas entre grupos de seguidores, amenazas y muertos sin justificación.

Nunca vi un partido del Chapecoense de Danilo, de Filipe Machado o de Kempes, no me llamaba la atención verlos, tal vez por subestimar al equipo, tal vez porque no tenían un jugador simbólico en vida, tal vez porque no era el encopetado Sao Paulo o el afamado Corinthians o el popular “verdao” para mencionar al Palmeiras, tal vez porque era un equipo que nunca me inspiró a nada antes de la tragedia, tal vez porque no veía el poder popular que el cariño póstumo iba a llevar al mundo entero, tal vez porque no creí en el milagro de una tragedia.

Los 71 fallecidos sin importar el rol que jugaron en vida asumieron con su muerte el rol de mensajeros de la paz, consiguieron lo que los vivos no logramos y es callar voces y fundirlas en un único abrazo, lograron que no existieran rivalidades al menos por unos días, lograron que los hinchas rivales cesaran las amenazas y las cambiaran por un cántico de paz.

Más allá de obtener el título de campeón de la Copa Sudamericana consiguieron cesar la violencia en el fútbol cambiándola no por un grito de guerra sino por un grito de paz, por mostrar ese ejemplo para mí son y serán héroes, y me sumo al unísono y eterno cántico de paz ¡VAMOS, VAMOS CHAPE!

PD: Me entristece ver que una semana después han vuelto las amenazas, las rencillas, los insultos y las burlas; el mejor homenaje a estos héroes es cesar del todo la violencia en el fútbol, sin importar el vencedor o el vencido, el deporte debe unir, no dividir.

Nunca he pedido que compartan mi columna, hoy si lo hago para ver si conseguimos reducir la violencia en el fútbol #NoMásViolenciaEnElFútbol

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