Por: Jesús Corena
Aunque la costumbre de transmitir noticias de actualidad se remonta a tiempos inmemoriales, como fenómeno paralelo al habla en el ser humano, y por ende se supone que ya las primeras civilizaciones urbanas florecieron alrededor de la escritura como mecanismo de influencia en la información, solventando al infundir mayor posibilidad de recepción comunicativa con la actualidad de noticias, dentro del campo de la evolución tecnológica escrita y audiovisual, al considerarse que la primera publicación periodística conocida fue: Acta diurna, una hoja de noticias por orden de Julio César. Por consiguiente es así como la información se arraiga a la sociedad como la sangre que corre por nuestras venas, teniendo en cuenta la holgura que representa para el ciudadano la actualidad de noticias dentro de la vida cotidiana y el aceleramiento de la evolución dinámica de los medios informativos. No obstante la innovación, se abandera dentro de las distintas agencias de noticias como un eslabón fundamental que imprima mayor adquisición de simpatizantes, a través de la imparcialidad y objetividad que se desee transmitir al receptor, a priori incentivando credibilidad.
En Colombia como un estado social de derecho, se otorga las garantías a los medios de comunicación por medio de la libertad de expresión, es así como nace un nuevo artilugio de noticias, denominado Lengua Caribe, promoviendo la autonomía inherente al libre desarrollo informativo, estandarte de todo medio audiovisual. Para nadie es un secreto como esta nueva fuerza innovadora de noticias gana mayores adeptos, sus armas de divulgación tacitas y el arraigo con las costumbres y la etnia de Colombia en especial con el departamento de Córdoba le han suscitado emporio en temas como educación, cultura, política, deporte y cobertura de noticias de gran envergadura tanto a nivel nacional como internacional. Es ineludible dentro de un punto vista social el no tener que atestiguar el impacto que Lengua Caribe ha obtenido dentro cada rincón de la sociedad, es como si cada lector percibiera un nuevo aire de vida para su pulmón. De hecho las diferentes clases sociales, bien sea desde el tendero hasta el secretario, del carretillero hasta el deportista e inclusive desde el campesino hasta el comerciante, se compenetran con el amplio contenido textual, la afluente redacción y exquisita autonomía intelectual de este pulcro diario, por lo que respecta una mayor fuente de confianza dentro de cada lector.
En concreto esta idónea gaceta busca propender un nuevo augurio filosófico de desarrollo social informativo, a través de la portentosa filantropía textual e intelectual de cada edición, como por supuesto la sumisión hacia la imparcialidad, y por ende la credibilidad informativa.
Finalmente es así como Lengua Caribe ha eclipsado al conglomerado social, concerniente a la merced y el deleite de la comunidad con respecto a sus problemáticas y necesidades del diario vivir, siendo este un ideal aire informativo para estar en perfecta armonía en torno a la actualidad de noticias y el constante dinamismo de la prensa informativa, con un holgado y exhaustivo departamento de edición recargado de sapiencia, amor, valor y pundonor acorde a la excéntrica rigurosidad del lector.