Córdoba rico pero pobre

Córdoba rico pero pobre

Victorino GasparinPor: Victorino Gasparin

Vivimos en pleno siglo XXI, donde las necesidades básicas deberían estar en un porcentaje alto de satisfacción, Córdoba es un departamento estratégicamente bien situado, con un valle fértil, sabanas productivas, rico hidricamente y en el que paradójicamente  las personas no saben elegir.

Resulta decepcionante que teniendo todas estas ventajas ocupemos deshonrosos lugares de pobreza, el departamento ganadero de Colombia es POBRE, quien lo diría pero es así, los niveles de educación son paupérrimos, la cobertura en agua potable y saneamiento básico están en niveles demasiado bajos, en los municipios no existen fuentes de empleo, y de eso se aprovecha el político o cacique como  se les llama, convivir en un municipio como Puerto Escondido, Los Córdobas, Canalete, Moñitos, San Bernardo del Viento, Puerto Libertador ó Ayapel, da tristeza, la mayoría de las personas subsisten de lo poco que provee la tierra, otros «inmigrantes» manejan el mercado y muchos más dependen de las alcaldías. Vivir así da dolor, aglomerados en la alcaldía o en la casa del alcalde mendigando lo que el Estado debe proporcionarles del recaudo de los impuestos.

El Político o cacique, que proviene de familia adinerada, burgués, conoce las debilidades del pueblo, de allí aprovecha su caudal electoral, decirlo en otros términos “El hambre da votos”, pero en los últimos años se creó otra cultura, “La Compra de conciencias”, este aparato destructor se volvió determinante a la hora de elegir, atrás quedaron los papelitos acompañados de un pastel de cerdo, las ferreterías que esperaban con ansias las campañas políticas bajaron sus ventas, la hoja de zinc, el cemento ya no son determinantes, la gente quiere plata, hasta el estudiado pide los 200 mil o más que puede costar un voto, o en otro casos venden el grupo familiar, estos justifican su accionar con frases “Esto no va a cambiar y hay que quitarles en las campañas un poco de  lo que se roban”.

No creo que este aparato elector sobreviva por mucho tiempo, los actuales gobernantes resultaron ser mercaderes, negociantes, ven la política como negocio, el sentido social de la democracia se convirtió en una empresa de hacer dinero, las causas sociales se acabaron, dicen los que hablan en silencio, que por un contrato cobran el 30 y 40% del valor contratado, inmenso desangre, pero sustentan su pedido en lo costosa que resultó su campaña.

Estos 4 años de Gobernador y Alcaldes se ve oscuro, la bonanza de las regalías no será tan generosa, la paz política que se escuchaba por todos lados, no existe, hoy hay persecuciones, pactos en secreto, ataques y traiciones; el panorama es negro; El dinamismo con que adornaron las volteretas justificando las decisiones de sus ídolos políticos terminaron por convivir con el proceder de estos famosos caciques.

La corrupción es el deporte nacional del departamento, la cultura del dinero fácil hizo metástasis en una sociedad que tolera el delito, venera al que consiguió dinero y hasta lo aplaude exaltando que es un berraco, atrás quedaron los emprendedores, la ciudad se llenó de TXL Toyota, otros corruptos mandos medios denominados el cartel de las Tucson y el lacayo menor que recoge las migajas del patrón, es una cadena un organigrama aceptado por la sociedad cómplice que los elige.

Dice un famoso habitante de montería, “Dicen que se acabó la mafia de la Guajira, la de los Ochoa o Pablo Escobar y mire usted estimado amigo, estos políticos son peor que ellos y legalizados”, el temor de denunciar invade a cada habitante, no creen en la justicia. Expresa este mismo personaje que hasta los fiscales y jueces gozan de esta mafia o tienen su combo a parte, así que nadie denuncia, Córdoba elige mal y el hambre, la desigualdad social la falta de empleo resultan ser las armas letales de los políticos a la hora de captar votos; un sistema electoral que no funciona, mal diseñado, desde la capital, ponen y quitan, desde antes se sabe quién saldrá y quien sucumbirá en las profundidades de los ríos, todo está escrito y controlado.

Dios ampare a esta tierra Cordobesa golpeada por narcotráfico, paramilitares, guerrilla y corrupción, que las personas no se dejen comprar para que puedan pedir después. El acuerdo de la Habana deberá traer inversión social, y es responsabilidad de los gobernantes de turno gestionar recursos en pro del bienestar de las zonas más necesitadas, que los 20, 30 y 40% de los recursos  no se vayan al bolsillo de los corruptos y se traduzcan en inversión social, educación, empleo, salud. Es hora de cambiar. No necesitamos más lobos, comerciantes, camaleones, tipos versados en el habla, rojos o amarillos y el arcoiris completo vestidos de ovejas que solo aparecen en épocas electorales.

Colombianos, para que sepan y sin triunfalismos, quedan enemigos duros, las Bacrim, ELN, la corrupción y el narcotráfico; La Paz aún está lejos. En mi opinión la paz está en cada uno de nosotros.

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