Este jueves el jefe de la delegación de paz de las Farc, ‘Iván Márquez’, junto a ‘Pastor Alape’, pidieron perdón y entregaron el Cristo Negro de Bojayá que habían prometido como símbolo de aceptación de la masacre del 2 de mayo de 2002 en el municipio de Bojayá.
Cabe resaltar que la masacre de Bojayá fue la muerte violenta de 119 civiles, entre ellos 48 niños que se resguardaban al interior de la iglesia, cuando un cilindro bomba fue lanzado por miembros del bloque 58 de las farc el 2 de mayo del 2002, además la explosión dejó 114 heridos.
Iván Márquez manifestó que, “con nuestras almas arrepentidas, pedimos que nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia”.
El jefe negociador de las farc y Pastor Alape llegaron con una ofrenda que habían prometido, un Cristo Negro de 2,45 metros construido por Enrique Angulo, uno de los más grandes escultores cubanos.
“Lo hacemos para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido y emprendedor; Y lo hacemos con el convencimiento de que es necesario mantener siempre presentes a las personas queridas que nos quitó la guerra”, afirmó Iván Márquez.
En su momento el escultor Enrique Angulo expresó que, “cuando ellos me transmitieron la idea, me impresionó mucho esa historia. Por eso este Cristo que ha sido tallado con la misma madera que alimenta el río Atrato tiene las heridas más profundas”.
Para finalizar el conmemorativo encuentro Iván Márquez dijo que, “nuevamente perdón infinitamente Bojayá, y que tus palabras de fe en la Colombia Nueva que debe nacer de este momento de culminación de una guerra que jamás debió ser, sanen las heridas del alma que son las más profundas”.