Leonardo Jalil David Ordosgoitia, uno de los más grandes contratistas de Córdoba, es quien aparece como representante legal de la firma OLT Construcciones del Caribe, la misma que contrató con 40 municipios del país utilizando el Número de Identificación Tributaria, NIT, de la banda papayera del maestro Gustavo Fontalvo.
La denuncia formal de la suplantación fue hecha por el auditor general de la República, Carlos Felipe Córdoba, quien indicó que se les hizo sospechoso que una banda de porros se convirtiera en una de las diez firmas que más contratos había suscrito con el Estado.
La papayera terminó convertida, según explica el funcionario, en OLT Construcciones del Caribe y lo más grave de todo es que incumplió contratos en varias partes del país.
En una entrevista concedida al canal Caracol, el director de la banda, Gustavo Fontalvo, indicó que decidió cancelar el NIT de la agrupación, pues atravesaba serios problemas económicos y año tras año tenía que comprar el formulario para declarar renta. Sin embargo, esa función la delegó en el contador Julio Enrique Molino González.
Siempre creyó que estaba a paz y salvo ante la Cámara de Comercio y la DIAN, pero resultó que tenía un largo listado de incumplimientos y contratos caducados.
Contratos en Montelíbano y San Pelayo
Hasta Montelíbano, sur de Córdoba, llegaron los tentáculos de dicha empresa contratista. Construyó aulas por 42 mil millones de pesos y luego hizo otro negocio por 49 mil millones para la construcción de la central abastos.
Después contrataron en Cesar, Bolívar y Córdoba por más de 41 mil millones, entre ellos la construcción del complejo cultural nacional e internacional del porro, en San Pelayo.
Lascarro estaría detrás
La investigación que adelantó el canal de televisión permitió establecer que detrás de la empresa estaría Otomar Lascarro, un ingeniero del Carmen de Bolívar, hijo del exalcalde de la misma localidad quien terminó en la cárcel por posibles vínculos de las auotodefensas.
La Auditoría General de la Nación adelanta la investigación con el fin de establecer el verdadero objetivo de la usurpación del NIT de la papayera, pues no se descarta que haya sido una estrategia en la que estarían jefes de los grupos de autodefensa.