Muhammad Ali, la leyenda del boxeo, cuya vida y carrera de más de tres décadas trascendió el mundo del deporte, falleció ayer viernes a los 74 años en un hospital de Phoenix, Estados Unidos. Ali no solo fue el mejor boxeador de su tiempo, sino que se convirtió en un ícono del siglo XX.
El triple campeón de pesos pesados del mundo falleció, después de luchar durante 32 años contra la enfermedad de Parkinson. Ali, estaba hospitalizado desde el pasado jueves con un problema respiratorio, que se complicó por su enfermedad.
Según se conoció, el púgil, quien se retiró oficialmente de los cuadriláteros en el año 1982, llevaba una vida tranquila en el área de Phoenix con su cuarta esposa, Lonnie, con quien se casó en 1986. El boxeador fue una de las personas más reconocidas en el mundo por sus acciones dentro y fuera del ring. Su postura sobre el servicio militar y la conversión al Islam traspaso las líneas raciales y polarizo a todo Norteamérica.
El funeral del boxeador más famoso del mundo, se llevará a cabo en su ciudad natal, Louisville, Kentucky, en los próximos días. La familia de Ali a través de un comunicado agradece a todos los que le acompañan con sus pensamientos, oraciones y apoyo pero exige también respeto a su privacidad.