La Navidad de 400 madres comunitarias en Córdoba nunca había sido tan triste como la de este año. El operador del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, Fundación Las Moras, les quedó debiendo varios meses de salarios, liquidación y dotación.
Lo más grave es que tampoco entregó los complementos nutricionales que les dan a los niños para la temporada de vacaciones, hecho que también implica un fin de año triste para los menores más pobres de la región.
La situación fue denunciada por el defensor del Pueblo, Víctor Castilla Plaza, quien hizo un requerimiento al Instituto con el fin de establecer lo que estaba ocurriendo con esa fundación traída de Barranquilla y pese a que han pasado cerca de dos meses, no ha recibido respuesta alguna.
Hay que indicar que el Icbf abrió un banco de oferentes con el fin de escoger a los operarios mejor calificados, pues todo lo que había en Córdoba les parecía corrupto y viciado de política. Sin embargo, la cura resultó peor que la enfermedad.
El representante Eduardo Tous, exdirector del Icbf y gestor de la ley De Cero a Siempre, hizo duras críticas por esta situación y dijo que prefirieron operadores foráneos, sin ningún tipo de experiencia, sin conocer la región y sin la infraestructura y logística necesarias para poder cumplir con sus funciones.
Por su parte, Sandra Cuadrado López, presidenta de la Asamblea del Sindicato Nacional de Trabajadoras al Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar y Adolescencia, dijo que le extraña mucho el silencio del Instituto ante la violación de sus derechos y el de los mismos niños.