Como Slobodan Praljak, fue identificado el criminal de guerra croata que se suicidó tomándose un veneno en pleno juicio ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
El exmilitar tomó la fatal decisión de acabar con su vida luego de que le confirmaran que debería permanecer 20 años en prisión por los crímenes de guerra que cometió. El hombre se paró ante la corte de la Haya y se tomó el líquido mortal ante los presentes.
Posteriormente, la abogada del acusado, Praljak, le anunció al juez Carmel Agius que su defendido se había acabado de tomar un mortal veneno, por lo que la sección fue suspendida y el exmilitar fue trasladado a un centro asistencial donde falleció.