En las últimas horas se ha desatado una polémica en Colombia debido a la escasez del medicamento Misoprostol en el país, el cual es utilizado para la interrupción del embarazo y otros tratamientos ginecoobstétricos.
Todo el revuelo inició cuando el Movimiento Causa Justa dio a conocer – a través de un comunicado de prensa – que el Grupo Médico por el Derecho a Decidir alertó sobre la insolvencia del fármaco.
Bogotá, Medellín, Neiva y Bucaramanga son solo algunas de las ciudades donde el grupo médico por el derecho a decidir ha identificado esta problemática.
La fundación Oriéntame, una de las organizaciones dedicadas a la salud sexual y reproductiva en Colombia, identificó varios factores que contribuyen a esta escasez.
Entre ellos se encuentran la retirada de registros del mercado debido a la expiración sin renovación, la insuficiencia en la disponibilidad de las dos únicas marcas con registros aún vigentes (Lafrancol y Tecnoquimicas) y el crecimiento del mercado clandestino como resultado de esta situación.
A pesar de las múltiples solicitudes realizadas por organizaciones como la fundación Oriéntame y el grupo médico, la situación persiste. La escasez de misoprostol se evidenció desde finales de 2021, con informes de Lafrancol indicando falta de existencias en mayo de 2023 y observaciones de descontinuación para el misoprostol producido por Tecnoquimicas S.A.
Es importante mencionar que, el misoprostol, reconocido como un componente vital en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud ( OMS) y parte del Plan de beneficios en salud en Colombia, es crucial para la prestación de servicios médicos relacionados con la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el manejo del aborto espontáneo y la prevención y manejo de la hemorragia postparto.
Por esa razón, el Movimiento Causa Justa hizo un llamado urgente al Ministerio de Salud y al Invima para que tomen medidas decisivas y declaren el misoprostol como un medicamento esencial y vital para garantizar la salud y el bienestar de las mujeres en el país.
Sin embargo, según los registros del Invima este medicamento no se encuentra desabastecido, sino que se mantiene en monitoreo por dos amenazas de que son el aumento de la demanda, así como dificultades logísticas para importarlo.
Fuente consultada Blu Radio.