La muerte de Julián Andrés Orozco de 35 años se ha vuelto un enigma para las autoridades. El hombre murió mientras participaba de un ritual en Santa Elena, en Medellín.
El reporte preliminar indica que Orozco se encontraba con un curandero a quien le pagó 80.000 pesos para recibir una sanación espiritual.
Estando en el ritual, consumió una bebida con varios elementos, entre ellos agua y tabaco. Al parecer, todo iba bien en un principio, sin embargo, minutos después empezó a vomitar y a convulsionar.
Cuando el curandero notó que su “paciente” estaba mal, lo montó en su carro y lo llevó al centro de salud de Santa Elena, no obstante, llegó sin signos vitales.