La CVS como administradora de los recursos naturales en el departamento de Córdoba elevó a la categoría de DMI, Distrito de Manejo Integrado, al ecosistema de la bahía de Cispatá donde se encuentran ocho mil hectáreas del mangle mejor conservado del caribe colombiano.
Dentro de ese proceso, la corporación ha venido implementando una serie de acciones con el fin de conservar a dicho ecosistema, asimismo, se ha venido trabajando por la preservación de las animales que habitan en ese entorno.
En tal sentido, la autoridad ambiental de Córdoba, ha trabajado 29 especies endémicas de las 78 que hay en el departamento, especialmente lo relacionado con el caimán aguja.
Este reptil, “años atrás estaba en la categoría 1 del libro CITES, lo que indica que se encontraba en vía de extinción, entonces la CVS en conjunto con Asocaimán y con el apoyo de científicos, nos dimos a la tarea de crear una estrategia de conservación y preservación de la especie Caimán aguja” indicó, José Fernando Tirado, director de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS).
Acto seguido manifestó que, “esa estrategia financiada y ejecutada por la CVS de la mano de las comunidades, conllevó a que la entidad haya logrado reproducir con técnicas humanas unos 8 mil individuos, los mismos que fueron liberamos al ecosistema, es decir nosotros con ese proyecto lo que hicimos fue un repoblamiento del caimán aguja”.
De acuerdo con Tirado, gracias a estos resultados esta especie pasó de la categoría uno a la categoría dos. “La corporación tiene un compromiso institucional e indiscutible donde la prioridad es seguir conservando y preservando la especie para la ecosistema de Cispatá, Colombia y el mundo”.
Por otra parte, la entidad indicó que no objeta el eventual rancheo de huevos de cocodrilo para beneficio de las comunidades, no obstante, la condición es que previamente “debe hacerse un estudio científico con la academia más representativa del país, que nos dé la certeza de cuál es la situación poblacional de esta especie y que se hagan los estudios genéticos y ecológicos que correspondan para poder tomar una decisión de rancheo”.
Tirado, aseguró ver con buenos ojos el rancheo siempre y cuando haya la certeza previa científica de que no ponga en riesgo esta especie. «Es una estrategia indiscutiblemente para que las comunidades que tienen asiento aquí y que han conservado preservado la especie observa obtengan beneficios económicos que mejoren tu su condiciones de vida».
Por último, enfatizó que si el estudio científico llega arrojar que se puede aprovechar esta especie “nosotros tenemos que ordenar ese aprovechamiento bajo una vigilancia y seguimiento extenso de la autoridad ambiental pero sobre todo con el acompañamiento de una sensibilización y una educación ambiental que siga fortaleciendo el chip ambiental que tiene esta población porque esta población es modelo en el país y es modelo en Córdoba”.