Tres desmovilizados de las Farc que estaban en proceso de reincorporación en Popayán fueron expulsados del programa, luego de ser capturados por la guardia indígena como presuntos autores del crimen del líder comunero, Eider Hurtado.
Se trata de Luis Ernesto Guetio Ulcue, César Augusto Gueitio Ulcue y José Rodrigo Peña Camayo, quienes según un comunicado oficial de las Farc, actuaron de manera aislada, sin recibir órdenes de las directivas de la colectividad.
En el mismo comunicado los voceros de las Farc dicen que no conocen de dónde sacaron las armas que tenían en su poder, ya que todas las que estaban en sus manos fueron entregadas a la organización multilateral de las Naciones Unidas.
Los tres desmovilizados fueron detenidos por indígenas del resguardo de Pioya y Jambaló, en el departamento del Cauca, indicando que eran disidentes de la organización armada aunque figuran en el proceso de reintegración.
Denunciaron así mismo que tenían en su poder armas de largo alcance y granadas, con las cuales están intimidando a la población indígena.
Este capítulo es una muestra de lo que está ocurriendo con el proceso de paz con las Farc, pues muchos de sus militantes ahora están formando parte de otros grupos al margen de la ley.