Este pasado lunes el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, se presentó a una audiencia definitiva en la que una jueza de Justicia y Paz le otorgó la libertad a prueba por 4 años.
La decisión se tomó después de escuchar los argumentos de su defensa, de la Fiscalía y de los representantes de las víctimas.
Sin embargo, claramente no todo es color de rosas para el exparamilitar, pues entre tantas condiciones que le puso la justicia para que pudiera recobrar su libertad, está la prohibición de pisar y vivir (por ahora) en su tierra natal, es decir, el departamento de Córdoba.
Como se recordará, Córdoba es una de las zonas en donde el movimiento paramilitar dejó miles de víctimas y en donde además en 1997 fundó las AUC y construyó su expansión.
Esta región del Caribe colombiano se convirtió lamentablemente en escenario de decena de masacres a civiles, asesinatos colectivos, despojo de tierras, narcotráfico, entre otros crueles delitos.
Es importante mencionar que, aún la decisión de su restricción en Córdoba sigue siendo analizada por las autoridades, teniendo en cuenta que Mancuso en cualquier momento tenga que acudir como gestor de paz a los territorios en donde delinquió.
Así las cosas, quienes se oponen firmemente a su regreso al departamento son principalmente las víctimas, quienes manifiestan que no es justo que regrese al territorio como si no hubiese pasado nada.
Finalmente, es de resaltar que, además de Córdoba, Salvatore también tiene prohibido viajar a Norte de Santander, La Guajira, Sucre, Cesar, Magdalena, Bolívar, Atlántico. Así mismo a Arboletes, Apartadó, San Pedro de Urabá, Ituango y Necoclí.