¡Un grito hasta el cielo! Un agricultor tardó 40 años haciendo un bosque en forma de guitarra en honor a su esposa fallecida

¡Un grito hasta el cielo! Un agricultor tardó 40 años haciendo un bosque en forma de guitarra en honor a su esposa fallecida

Pedro Martín Ureta es el hombre que hace que las personas vuelvan a creer en el amor, pues ha demostrado que es un sentimiento que va más allá de la muerte y del tiempo.

Su historia se remonta a 1977 cuando Pedro perdió a su esposa Graciela Yraizoz, de 25 años, quien partió de este mundo a causa de una repentina aneurisma cerebral mientras estaba embarazada.

Cabe resaltar que pocos años antes de la muerte de Graciela, la pareja había hablado brevemente de crear un bosque en forma de guitarra en su finca.

Graciela había sobrevolado las tierras de cultivo pampeanas cuando vio una granja diseñada en forma de cubo de leche. Intrigada por la imagen, más tarde le preguntó a Pedro -que ya era dueño de un rancho en ese momento- si era posible darle a su propio campo la forma de una guitarra, el instrumento que ella tanto amaba.

Aunque Pedro prometió “hablar de ello más tarde”, el día nunca llegó, y el granjero quedó desconsolado tras el repentino fallecimiento de su esposa.

Sin embargo, no olvidó aquella petición de Graciela y, en 1979, él y sus cuatro hijos se pusieron manos a la obra para construir un recinto forestal en forma de guitarra. Se trazaron líneas sencillas y espaciadas, y se plantaron más de 7.000 árboles, entre ellos cipreses para el contorno y el agujero en forma de estrella del centro, y eucaliptos para ilustrar las “cuerdas” de la guitarra.

En la actualidad, el bosque en forma de guitarra se extiende a lo largo de dos tercios de milla (poco más de un kilómetro), e incluso puede verse desde el espacio. Por ejemplo, se puede ver en Google Earth, y la NASA también lo ha documentado utilizando su Radiómetro Espacial Avanzado de Emisión y Reflexión Térmica (ASTER) en el satélite Terra.

Con información de Inzpirate.