Una mujer española, quien ha sido víctima de violencia de género por parte de su expareja y padre de sus dos hijos, vive con miedo constante después de que su agresor se haya cambiado de sexo, al parecer, para poder seguir acosándola y evitar el ingreso en prisión.
Su expareja fue condenado a 15 meses de cárcel, que todavía no ha cumplido, y por la que pidió el indulto al Gobierno. La última vez que la agredió, afirma la víctima, fue hace poco más de un mes.
“Cuando llegué de trabajar estaba en el portal, y cuando abrí la puerta empezó primero con bofetones y luego con un puñetazo en el brazo”, relató la víctima.
Aunque viven separados, él acude a su casa para intentar agredirla: “Su intención era darme una patada y dejarme en el sitio”, pero cuando llegó la Policía el agresor decía que “no se le podía tocar porque era mujer”.
Con información de Noticias Caracol