Un peculiar caso ha causado revuelo entre los usuarios de las redes sociales. Se trata de David Lett, un párroco estadounidense que hace parte de la comunidad LGBTIQ+ y quien, por las noches, trabaja como Drag Queen en un bar gay de su ciudad.
Desde muy pequeño, Lett fue educado bajo estrictas reglas católicas e ingresó al seminario para convertirse en sacerdote luego de terminar el colegio. Esto fue muy difícil, porque él se identifica como un hombre homosexual y en su entorno esto era visto como un pecado.
A pesar de que quería hacer parte de la Iglesia católica, desistió antes de hacer los votos: “sentí una gran pérdida cuando dejé el catolicismo romano. Fue como un sueño por algo que había formado parte de mí toda mi vida. Fue duro, fue muy difícil”.
Sin embargo, Lett sintió la necesidad de continuar su carrera religiosa, lo que lo llevó a formar parte de la Iglesia Católica Antigua de América del Norte, una agrupación religiosa totalmente católica pero no romana, separada del Vaticano, quienes lo ordenaron como sacerdote sin necesidad de hacer votos.
Actualmente, David Lett es párroco de la iglesia católica Cristo Rey en Washington, donde los feligreses no tiene problema con sus dos trabajos: el religioso y el de Drag Queen. Él, por su parte, considera que “no hay ninguna contradicción” entre colocarse el hábito y un vestido escotado.
Esta historia ha causado división entre los internautas, quienes ven un conflicto entre los dos oficios de Lett y cuestionan su catolicísimo: «normalizando algo que resulta una locura», » los verdaderos católicos no podrían hacer esto según su reglamento».