Este martes 17 de septiembre, el mundo conoció el primer testimonio de Dominique Pélicot, el hombre francés de 71 años acusado de drogar a su esposa y de reclutar a decenas de hombres para que abusaran sexualmente de ella durante más de una década.
Pélicot admitió los cargos en su contra y le contó al tribunal las experiencias traumáticas de su infancia, confesando que fue abusado por un enfermero cuando tenía nueve años.
Seguidamente, afirmó que es “un violador como los demás en esta sala (…) todos lo sabían, no pueden decir lo contrario», refiriéndose a los 50 hombres que están vinculados en el caso. Además, sostuvo que «nunca debí hacer eso. Lo arruiné todo. Perdí todo. Debo pagar por ello».
Cuando fue interrogado por uno de los abogados de Gisèle, víctima y exesposa de Dominique, reveló un dato escalofriante.
El abogado, Stéphane Babonneau, le preguntó por qué no había sido capaz de dejar de abusar de ella, incluso cuando ella empezó a presentar problemas médicos, a lo que el acusado respondió que: “Intenté parar, pero mi adicción era más fuerte, la necesidad crecía”.