Un grupo de investigadores de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) en Brasil hizo recientemente un fascinante descubrimiento: el sapo-pulga, considerado el segundo vertebrado más pequeño del mundo.
Según el estudio divulgado, este diminuto anfibio pertenece al género Brachycephalus y mide tan solo 6,95 milímetros, lo que le permite posarse fácilmente sobre una uña o en la yema del dedo.
El hallazgo del sapo-pulga resalta la rica biodiversidad de Brasil y pone de manifiesto la importancia de la conservación de los hábitats naturales para proteger especies únicas y aún no descubiertas.
Este descubrimiento ha generado gran entusiasmo en la comunidad científica, subrayando la necesidad de continuar con las investigaciones en las regiones más biodiversas del planeta.