Una mujer de 92 años no lo pensó dos veces antes de romper su testamento, con intención de anularlo, y generó una disputa judicial con su familia.
Se trata de Carry Keats, una adulta mayor que tiene una herencia valorada en 800 mil esterlinas, más de 4 mil millones de pesos, quien tomó esta drástica decisión luego de enterarse que sus cinco primos sugirieron ingresarla en un hogar de ancianos.
Ahora, sus familiares interpusieron una demanda, alegando que, al momento de romper el testamento, Keats no estaba en condiciones para revocarlo de manera efectiva.