La llegada de Mikel Arteta al Arsenal marcó un punto de inflexión para el club londinense. Los Gunners, bajo su dirección, han recuperado su posición de élite en el fútbol inglés, desafiando al Manchester City por el título de la Premier League en las últimas dos temporadas.
En su búsqueda por la excelencia, Arteta ha implementado métodos poco convencionales para mantener a su equipo en alerta, pues en una cena con sus jugadores, el técnico español contrató secretamente a un grupo de carteristas profesionales para enseñarles una lección que nunca olvidarán.
La misión de los profesionales era sencilla, pero insólita: desplazarse entre las mesas y tomar los teléfonos y carteras de los futbolistas sin ser detectados.
Una vez finalizada la comida, Arteta les pidió a sus jugadores que revisaran sus bolsillos, descubriendo que a muchos les faltaban sus pertenencias. La lección detrás de este peculiar ejercicio era clara: enseñarles la importancia de estar listos, alertas y preparado en todo momento.
Más allá del susto, la estrategia de Arteta, ha generado opiniones divididas. Por un lado, hay asombro y admiración por sus innovadores métodos de enseñanza; por otro, algunos consideran que la táctica fue excesiva.
¿Qué opina de esta inusual estrategia? ¿Se pasó de la raya?