La princesa Kalina de Bulgaria de 52 años, también conocida como la ‘Princesa Fitness’, hija menor de Simeón II, ha sido frecuentemente criticada por su aspecto físico, sin que muchos conozcan la trágica historia detrás de su notable transformación.
Alejándose de los estándares de belleza tradicionales establecidos por royals como Kate Middleton de Reino Unido o Charlene de Mónaco, Kalina sigue captando la atención en cada una de sus apariciones públicas debido a su peculiar físico.
Incluso han llegado a comparar la imagen de la princesa con la de las superheroínas de Marvel, por tener una musculatura pronunciada y sus rasgos faciales intervenidos quirúrgicamente, que le confieren una apariencia casi sobrenatural.
Sin embargo, a pesar de los elogios por su valentía al desafiar los estereotipos, la monarca ha sido objeto de críticas en numerosas ocasiones, sin que muchos conozcan la trágica historia detrás de su dramático cambio físico. Este cambio no ha impedido que encuentre el amor, ya que desde 2002 está casada con el explorador Kitín Muñoz.
La transformación facial de Kalina, también Duquesa de Sajonia, se remonta a complicaciones surgidas durante una intervención odontológica. A los ocho años, la princesa se rompió las dos paletas de los dientes en la escuela. En 1999, mientras estudiaba arte en Londres, buscó la colocación de fundas dentales, pero el dentista perforó demasiado la base del hueso, desencadenando serios problemas e infecciones que requerirían múltiples intervenciones.
Tiempo después, durante una expedición se reprodujo la infección hasta tal extremo que la tuvieron que evacuar de urgencia para que no perdiera el ojo, dando prioridad a limpiar la infección y causando daños de tipo estético, que no tenían importancia en ese momento.